Dicen que Mourinho planea mudarse a Inglaterra y que Cristiano Ronaldo está más fuera del Madrid que dentro. Sergio Ramos y Özil parecen estar enfrentados al técnico portugués mientras éste también tiene sus más y sus menos con el entrenador del filial, Alberto Toril. Cristiano, al parecer, tapa el escudo del Madrid con un esparadrapo... Cualquier equipo acabaría pagando en el terreno de juego tantas noticias, rumores o ataques injustificados. Pero el Real Madrid no.
Pese a todo lo que se pueda decir y escribir sobre el club blanco estos días, el equipo vive días tranquilos y de felicidad, como consecuencia de una buena racha de resultados. El arranque de temporada fue impropio para una plantilla que ni se veía reconocida, con tres tropiezos en cuatro partidos. Sin embargo, desde entonces, el Real Madrid poco a poco ha ido mejorando en muchos sentidos.
Primero en los resultados. En los últimos 13 encuentros sólo ha cosechado una derrota –en Alemania frente al Borussia Dortmund (2-1)– y dos empates, ante el propio campeón alemán en el Bernabéu (2-2) y en el clásico del Camp Nou (2-2). El resto han sido victorias y muchas de ellas han ido acompañadas de ese gen que ha hecho que este equipo sea temido, respetado, ganador y divertido en muchas fases, haciendo gala de su colosal pegada.
Los blancos han entrado en inercia, vencen sin sufrir, conscientes de su superioridad y recuperando la alegría en su fútbol. Ganar por dos goles no es suficiente y de ahí las goleadas al Mallorca, Zaragoza y Athletic de Bilbao. Son ya cinco victorias seguidas, con un saldo de 17 goles a favor y sólo dos en contra. Y la tendencia es positiva.
El vestuario habla de un bache en pasado. El peor momento fue cuando llegaron las derrotas en Getafe y Sevilla, así como el famoso capítulo protagonizado por Ramos con la camiseta de Özil durante un partido, ante el Deportivo, en el que los blancos comenzaron por debajo en el marcador para acabar goleando.
Pero la plantilla se levantó, al igual que con las lesiones. Marcelo, Coentrao y Arbeloa dejaron al equipo sin laterales. Khedira y Essien también han coincidido en la enfermería al igual que dos de los tres delanteros: Higuaín y Benzema.
Cristiano y su partido en el Ciudad de Valencia ejemplifican su compromiso, que ha sido puesto en más de una ocasión en entredicho. Benzema también ha demostrado en el último encuentro ante el Athletic que puede, y debe, jugar más minutos. Está estimulado por la competencia. El francés sólo ha sido titular en cuatro de los diez partidos de Liga. Este miércoles, en el Etihad Stadium de Manchester, él y el resto tienen la oportunidad de dar un salto más en su recuperación. Ganar en la Champions como visitantes y en el campo de un gran rival, algo que el Real Madrid no logra desde hace mucho tiempo.
Pueden lograr la clasificación para octavos, seguir peleando por la primera plaza del grupo y seguir a lo suyo. Mejorando para alcanzar el nivel de la temporada pasada. El siguiente paso es grande: ganar al Manchester City. El campeón inglés es tan impredecible en la Champions como regular en la Premier, donde es líder sin haber perdido un solo encuentro.