Desde que llegara al Real Madrid, Cristiano Ronaldo ha monopolizado absolutamente todos los lanzamientos de falta de que dispusiera el conjunto blanco. Da igual desde qué perfil, si más cerca, más lejos o incluso demasiado lejos. Todo lo tiraba el portugués.
Al principio, se consideraba como lo normal, dada su espectacularidad en el lanzamiento y su efectividad, demostrada con creces en el Manchester United. Y por eso nadie se lo discutió.
Pero Ronaldo hace tiempo que perdió la puntería. Incluso, a CR7 se le ve demasiado obsesionado, lo que sin duda repercute negativamente a la hora de ejecutar sus lanzamientos.
Desde hace tiempo, se aboga porque, de vez en cuando, el portugués le dé la oportunidad a algún otro lanzador de probar fortuna. Porque precisamente es una suerte en la que el Real Madrid tiene varios efectivos. Pero Cristiano no estaba por la labor.
Hasta la semana pasada, cuando dejó que Mesut Özil, ya en el tiempo de añadido, disparara la falta ante el Borussia Dortmund. El alemán no falló, con un golpeo de mucha precisión que sorprendió al guardameta rival y terminó dando un punto de oro al Real Madrid.
Este mismo miércoles, durante el partido de la selección española en Panamá, fue Sergio Ramos, otro blanco, quien lo probó. Y también acertó. Colocó el balón en la escuadra. Tal y como ya había demostrado en el Sevilla que era capaz de hacer, si le dejaban.
Nadie duda de la gran capacidad de Cristiano Ronaldo a la hora de ejecutar los golpes francos. Pero quizá haya llegado el momento, visto lo visto, de intercambiar los lanzamientos con otros jugadores como Özil, Ramos e incluso Xabi Alonso, otro especialista. Por el bien del portugués, que no estaría tan presionado, y, sobre todo, por el bien del Real Madrid.