Zlatan Ibrahimovic ha vuelto a reivindicarse como auténtico crack del fútbol mundial en el triunfo de la selección sueca ante Inglaterra en Solna, en un partido que ha servido para inaugurar el nuevo estadio nacional, el Friends Arena. El delantero del París Saint-Germain pudo él solo con la resistencia de los pross.
Ibra adelantó a los escandinavos en el minuto 20, pero los ingleses dieron la vuelta al marcador gracias a los tantos de Danny Welbeck (m.35) y Steven Caulker (m.39). En la recta final, el atacante del París Saint-Germain apareció como un ciclón en el Friends Arena para marcar tres tantos en apenas trece minutos, los que fueron del 78 al 91, para decidir el partido.
El cuarto gol de Ibrahimovic es una auténtica obra de arte, con una chilena desde 25 metros. El ariete fue a presionar al portero Joe Hart, que despejó como pudo de cabeza, y el balón le quedó de espaldas a Ibra, que sorprendió a todos con su espectacular remate. Un gol que sin duda pasará a los anales de la historia del fútbol.