Los lanzamientos de falta en el Real Madrid tienen un nombre: Cristiano Ronaldo. Pero se trata más de una tendencia basada en la rutina que en la efectividad del portugués. Sus datos en este tipo de lanzamientos le deja en mal lugar: mete un gol de falta directa de cada 16 intentos. En Liga y Champions ha marcado nueve goles de 147 lanzamientos, pero este año todavía no se ha estrenado en esta suerte futbolística.
Ante estos datos, son muchas las voces críticas que piden a otros jugadores para ejecutar las faltas.
Contra el Borussia Dortmund ocurrió lo inusual. Muchos se sorprendieron al ver a Mesut Özil plantarse frente al balón dispuesto a encontrar portería. Quizás tuvo que ver que al equipo blanco se le escapaban los tres puntos. Y el alemán no falló. Mandó el esférico ajustado al palo sin que el meta Weidenfeller pudiera evitarlo. No es nuevo ver al germano tirando los libres directos, pues lo hace habitualmente con su selección, pero en el Real Madrid sí es muy raro que Cristiano le conceda esta oportunidad.
El gol de Özil ha reabierto el debate. Es su segundo tanto a balón parado desde que es blanco de 15 intentos. Es decir, tiene un porcentaje de acierto más alto que el del portugües. Y no es el único.
La plantilla merengue tiene jugadores avezados en este arte. Xabi Alonso las suele pedir, Sergio Ramos se atreve y Di María también tiene referencias como buen lanzador. Además, Ronaldo no marca de falta desde el mes de abril, cuando hizo un triplete al Atlético en el Vicente Calderón.
Entonces, ¿por qué las tira casi siempre? Y decimos casi porque lanza el 95 ciento. El 5% restante es un margen demasiado corto para tantos otros jugadores capaces. Con estos datos, no es de extrañar que se discuta la hegemonía de Ronaldo.