Sandro Rosell, presidente del Barcelona, tiene preparada una revolución en el mundo del fútbol, y ya ha dejado claro, en declaraciones que recoge Sportyou, que va a proponer a los organismos correspondientes una reforma de la Primera División, de Segunda y de la Champions League.
El plan de Rosell consiste en reducir el número de equipos y, de ese modo, el de partidos para, según él, aumentar la competitividad de las Ligas y ampliar las competiciones europeas. Así, en su proyecto, la Liga pasaría a tener 16 equipos, y la Champions 64, con 16 grupos de cuatro equipos cada uno.
Entonces, los ocho primeros clasificados de la Liga accederían a la Copa de Europa, dos de ellos a la fase previa. Además, los cuatro siguientes clasificados accederían a la Liga Europa, y los cuatro últimos lucharían por evitar el descenso (el último bajaría directamente, mientras que los otros tres promocionarían). De esa forma, todos los equipos, los 16, tendrían algo por lo que competir durante toda la Liga.
La Segunda División también sufriría un gran cambio: pasaría a tener 32 equipos, divididos en dos grupos. Los ocho primeros clasificados competirían entre ellos por ascender, subiendo directamente el campeón, mientras que los tres siguientes disputarían la promoción, un regreso que sin duda gustaría al aficionado.