El Arsenal vivió una jornada de infarto en los octavos de final de la Copa de la Liga inglesa y se clasificó para cuartos tras un partido épico ante el Reading, que no supo administrar un 4-0 a su favor y acabó perdiendo en la prórroga por 5-7.
El conjunto de Arsene Wenger estuvo a punto de sufrir un buen susto ante un equipo que lucha por mantenerse en la Premier League. El técnico francés decidió prescindir de dos piezas clave como los españoles Santiago Cazorla y Mikel Arteta, que no fueron convocados por su entrenador para dar minutos a jugadores como Andrey Arshavin.
A punto estuvo de salirle mal la jugada a Wenger, que al final del primer tiempo vio cómo su equipo perdía por 4-1. Sin embargo, la reacción llegó en el segundo acto, en el que dos goles de Laurent Koscielny y Theo Walcott en los minutos 89 y 90, respectivamente, mandaron al partido a la prórroga.
En ella, la locura se desató y Marouane Chamakh hizo el 4-5, Pavel Pogrebnyak empató en el minuto 116 y Walcott, en el 120, y de nuevo Chamakh evitaron unos penaltis que parecían insalvables en un partido que pasará a la historia.
Otros partidos de la jornada
Una de las sorpresas de la jornada la sufrió el Southampton, que continuó en la Copa de la Liga su tendencia negativa de la Premier, en la que lucha por no descender. Su marcha errática de este año se amplió con la derrota frente al Leeds United, que, pese a jugar en la segunda división inglesa, ganó 3-0 a un rival teóricamente superior.
El Wigan de Roberto Martínez también sufrió en sus carnes una competición en la que puede pasar cualquier cosa. El Bradford, un equipo de la tercera categoría del fútbol inglés, eliminó en los penaltis al conjunto del técnico español tras un empate a cero.
El otro resultado llamativo del día perjudicó al Sunderland, que perdió 0-1 con el Middlesbrough, un equipo que participa en la segunda categoría del fútbol inglés. Un solitario tanto de McDonalds en el minuto 39 bastó al Boro para pasar a cuartos de final.
Mientras, el Aston Villa sufrió para eliminar al Swidon Town, un club tercera división, que, tras lograr empatar un 0-2 en contra, vio cómo el belga Christian Benteke, en el minuto noventa, se encargó de fulminar el sueño del conjunto que dirige el exfutbolista italiano Paolo Di Canio.