De la dolorosa y merecida derrota del Real Madrid en su visita al Borussia Dortmund, pocas cosas positivas se pueden rescatar. Pero sin duda la más clara es la de la gran actuación del joven central francés Raphäel Varane, una vez más.
El zaguero se mostró muy seguro durante todo el partido, tanto por bajo como por alto. Algo que ya no sorprende, pues siempre que ha tenido la oportunidad ha demostrado que está más que capacitado para jugar en el equipo blanco. Ahora, las numerosas bajas en defensa han vuelto a abrirle las puertas de la titularidad, y no lo ha desaprovechado.
Su marcaje a Lewandowski fue perfecto. Sólo una vez se le escapó, tras el error colosal de Pepe que pilló descolocada a la zaga. Y el polaco no perdonó. Pero a partir de ahí el francés se creció aún más, con el conjunto madridista volcado en busca del gol, y su rendimiento, basado sobre todo en su enorme capacidad física y su gran inteligencia táctica, fue mayúsucolo.
Ya hace tiempo que adelantó a Albiol en la posición de tercer central. Parece complicado que pueda hacer lo mismo con Pepe o Sergio Ramos. Pero Mourinho puede estar tranquilo cada vez que no pueda disponer de uno de los dos, o tengo que desplazarlos a otra posición. El francés se ha encargado de que así sea. Y de sobra.