La selección española ha logrado una victoria vital y brillante en Minsk ante una Bielorrusia que no se asemejó para nada a lo que podía esperarse de ella, y que permite a los nuestros acostarse líderes del grupo I empatados a puntos con Francia. Un partido, por cierto, que será recordado por ser el primero en más de treinta años que no pudo verse por ninguna televisión.
Y ha sido una lástima, porque el juego desplegado por los hombres de Del Bosque ha sido una auténtica maravilla, encarnado sobre todo en la figura de Pedro, autor de tres tantos, todos ellos de una bella factura, y asistente de lujo en el otro, obra de Jordi Alba.
A evitar errores del pasado
Sobre la cabeza de Vicente del Bosque planeaban dos temeridades. Una, la relajación, pues a sabiendas de que Bielorrusia es un rival inferior, había que tomársela muy en serio, ya que no era un partido fácil. A priori, era la segunda salida más complicada, después de París. La otra, la falta de gol que evidenció el equipo en Georgia, y que a punto estuvo de dar un disgusto.
Pero bien pronto quedó demostrado que ninguna de las dos iba a suponer ningún problema para los vigentes campeones de Europa y del mundo. Desde el pitido inicial España salió a morder, con el juego que más la ha carecterizado: presión alta, posesión de la pelota sin titubear, y velocidad en los movimientos de ataque para aprovechar los espacios generados. Las dos primeras ocasiones, de Fàbregas y Silva, terminaron en sendos remates a la madera. Y a los 11 minutos Jordi Alba consiguió abrir el marcador, al aprovechar –en fuera de juego, todo sea dicho– una asistencia de tacón de Pedro.
Quedaba claro que el seleccionador había acertado al quitar a un mediocentro defensivo –en este caso retrasando a Busquets al puesto de central- y situar a otro más ofensivo, Cazorla. No comulga demasiado Del Bosque con esa idea, pero ante equipos que se van a encerrar, como hoy era el caso de Bielorrusia, puede ser una gran solución.
Así se ha constatado, porque ya en el minuto 20 Pedro lograba su primer gol de la noche, al superar en el mano a mano al meta Veremko con una sutil vaselina, después de una magnífica asistencia de David Silva, uno de los mejores hombres hoy sobre el verde.
Sólo a partir de la media hora comenzó a despertar Bielorrusia, que a los 39 minutos crearon su primera ocasión con cierto peligro. Pero con el 0-2 se llegaba al descanso, con Iker Casillas batiendo otro récord en el fútbol español: alcanzó –y superó- los 635 minutos sin encajar un gol. La marca, por cierto, la tenía él mismo. Iker sólo puede ser superado por Iker.
Dos minutos para sentenciar
En el arranque de la segunda mitad España aflojó algo en su ritmo, viendo que el rival tampoco apretaba. Pero eso no gustó a Del Bosque, temeroso de que un despiste metiera a Bielorrusia en el partido, así que decidió mover fichas en el banquillo, dando entrada a Iniesta.
El manchego le dio aire de nuevo a la selección, que en cuatro minutos, los que van del 68 al 71, sentenció definitivamente el choque. Primero, Pedro aprovechó un pase perfecto de Xavi para volver a superar con una vaselina a Veremko. Después, otra vez el delantero canario batía al meta rival en un gol más propio de un videojuego: recibió el pase de Fàbregas, pasó por encima del portero con un toquecito, y marcó a puerta vacía. Era el mejor colofón para un recital, el de Pedro, que quedará para el recuerdo.
A partir de ahí Bielorrusia ya entregó la toalla, y España coqueteó con la manita. No la logró porque la mala fortuna en los minutos finales no lo quiso, pero eso era lo de menos. La cuestión era ganar este partido sí o sí, para ahora poder jugársela con calma ante Francia en el Calderón. Un partido que se disputará el martes que viene, y que sí se podrá seguir por televisión. Vuelta a la normalidad después del esperpento vivido hoy. Como siempre, el más afectado, el aficionado, que se ha perdido uno de los mejores partidos de España en los últimos años.
Ficha técnica
Bielorrusia, 0: Veremko; Igor Shitov, Filipenko, Plaskonny, Martinovich; Bordachev, Dragun (Chuhklei, m.79), Tigorev, Volodkó (Kislyak, m.46), Hleb; y Rodiónov (Bressan, m.65)
España, 4: Casillas; Arbeloa, Busquets, Sergio Ramos (Raúl Albiol, m.70), Jordi Alba; Xabi Alonso, Xavi (Villa, m.76), Cazorla; Silva (Iniesta, m.56), Pedro y Cesc
Goles: 0-1, m.11: Jordi Alba; 0-2, m.21: Pedro; 0-3, m.68: Pedro; 0-4, m.71: Pedro
Árbitro: Serge Gumienny (Bélgica). Amonestó a Dragun (39), Shitov (59) por Bielorrusia; y a Silva (31) por España
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de clasificación al Mundial 2014, disputado en el estadio Dinamo de Minsk, ante la presencia de 38.000 espectadores