Daniel Rojo, apodado el Millonario y que fue guardaespaldas de Leo Messi durante dos años, ha desvelado las intimidades del Barcelona en la era de Frank Rijkaard durante una entrevista con La Gazzetta dello Sport.
Más allá de explicar y enorgullecerse de sus delitos, explica que el Barcelona lo contrató, entre otras cosas, "para ir a recoger y llevar a jugadores que bebían".
Rojo cuenta que la era de Rijkaard era un descontrol. "El club me mandaba a recoger jugadores que habían bebido demasiado y no estaban en condiciones de conducir. Una vez me encontré con un jugador que estaba teniendo sexo oral con dos hermanas en la zona VIP de una discoteca. Pero ¿qué podía decir Rijkaard si tampoco era un ejemplo de comportamiento?", relata.
Además, cuenta su estrecha relación con Messi, de quien apunta que "está empezando a vivir ahora" porque el club lo tenía en una burbuja. "Un día me mandaron a recogerle tras un entrenamiento. Messi es un chico humilde y cuando comía se sentaba siempre a mi lado y yo le contaba mi vida. Él no tenía mucho que contar, en su vida no había hecho otra cosa que entrenarse y jugar al fútbol", afirma.
Según el guardaespaldas, el Barcelona le impedía tener una vida social muy activa: "También le prohibían salir con las chicas, solo ahora está descubriendo lo que significa vivir. Ya no me ocupo de ellos desde hace un par de años, pero de vez en cuando quedo con ellos. El año pasado me fui a ver un partido del Barcelona junto con un amigo y me crucé con Leo, que estaba acompañado por dos chicas guapísimas. Luego descubrí que una era su novia, Antonella, y la otra la mujer de Mascherano y me fui a cenar con ellos. Al final Leo me acompañó a casa con su coche. Él conducía y yo me senté detrás".