Neymar es el futbolista de moda en Brasil. Lleva ya un año siéndolo, y lo será, como mínimo, hasta que desembarque en Europa. Sin embargo, lleva 24 horas siendo el centro de la polémica por protagonizar la portada de una revista, Placar, en la que aparece crucificado cual Jesucristo.
Después de las protestas de los círculos más religiosos brasileños, la revista ha tenido que salir al paso, explicando que su única intención era la de defender al futbolista, que "últimamente tiene colocada la etiqueta de villano en el fútbol brasileño por simular faltas, además de excederse en regates que pueden parecer provocadores."
"Este informe tiene por objeto plantear una discusión sobre un linchamiento público que se está produciendo sobre Neymar por la reputación de simular que el jugador se ha ganado", dice Barros, que recuerda que "él es el jugador del fútbol brasileño más importante y terminó como el villano, por vivir en el suelo. Muchos jugadores engañan, muchos entrenadores inducen a sus jugadores a engañar, pero sólo le apuntan a él" .