La oscuridad en el estadio de Vallecas, el escenario del derbi madrileño entre el Rayo y el Real Madrid, alumbró tristemente un nuevo acto de sabotaje contra el club madridista y ocho años después de la amenaza de bomba terrorista que obligó a suspender un partido en el Bernabéu.
Nieve, lluvias torrenciales, fuego accidental, problemas con el tráfico aéreo o terrestre, huelgas, intoxicaciones alimentarias y hasta nubes de abejas invasoras han obligado en múltiples ocasiones a la cancelación de partidos de fútbol en todos los rincones del planeta.
"Nunca he visto esta situación en el fútbol", comentó a las cámaras de Canal Plus el entrenador del Rayo Vallecano, Paco Jémez, tras el anuncio oficial de la suspensión del citado encuentro en el Estadio de Vallecas. Sin embargo, el Real Madrid ha sido la diana preferida en el fútbol español para actos de sabotaje o apagones accidentales en la última década.
El Bernabéu ya fue el punto de mira de un acto de sabotaje en diciembre de 2004. Las Fuerzas de Seguridad evacuaron a casi 70.000 personas del estadio cuando faltaban siete minutos para el final del partido que estaban disputando el Real Madrid y la Real Sociedad. Un aviso recibido en el diario Gara de que una bomba iba a explotar a las 21:00 horas obligó a la suspensión el encuentro y al desalojo del estadio. Finalmente no estalló artefacto alguno.
También el Real Madrid sufrió la suspensión de un partido de Liga en el estadio Ruiz de Lopera de Sevilla. Vicente del Bosque, actual seleccionador español, era entonces el entrenador madridista. Betis y Real Madrid disputaban un partido de la segunda jornada de liga en el año 2002. Ganaba el equipo local por 1-0 cuando en el minuto 44 se produjo un apagón total en el estadio.
El partido Rayo-Real Madrid fue suspendido debido a que el cableado de los focos de un lateral del estadio fue cortado, lo que impidió la entrada del público al recinto. Esta incidencia impidió primero que el partido comenzase a su hora (21:30) e hizo que finalmente fuera aplazado.