Guardiola se sumó el pasado martes a la manifestación independentista que se celebraba en Barcelona. Desde Nueva York, el extécnico azulgrana mandó su mensaje de apoyo. Un gesto que no sorprendió a nadie, pues el bueno de Pep ya ha dado muestras de su catalanismo e independentismo desde hace años.
Quizá uno de sus momentos más sonados fue cuando en Pamplona, después de una jornada caótica en la que su equipo estuvo a punto de no llegar a tiempo al encuentro ante Osasuna, declaró en rueda de prensa, muy molesto por cierto, que nosotros "venimos de un país chiquitito llamado Cataluña que está ahí arriba, y que pinta muy poco".
Pero ya en su etapa como futbolista quiso dejar claras sus ideas. Las veces en las que se refirió a Cataluña como país no fueron pocas. En una entrevista concedida a Televisión Española, Guardiola aseguraba que lo mejor que había vivido era "haber nacido en un país tan maravilloso como Cataluña y haber podido jugar en el Barcelona". En un test rápido en La Sexta, cuando le preguntaban qué era para el Cataluña, la respuesta fue clara: "Mi país".
Cuando, como era lógico, le comentaron que por qué entonces jugaba con España, el de Sampedor afirmaba que lo hacía porque "las leyes nos decían que tenía que jugar con la selección española, porque la catalana no estaba legitimada". Continúa el técnico asegurando que "yo estaba encantado de acudir a las convocatorias, pero uno no puede renegar de lo que siente, y yo me siento muy ligado a mi país, a Cataluña".
Otro episodio importante lo vivió en el día en el que le fue entregada la Medalla de Honor del Parlamento. Durante el discurso de agradecimiento, Guardiola declaró sobre los catalanes que "si nos levantamos temprano, pero bien temprano, y sin reproches, sin excusas, y nos ponemos a trabajar, creedme que somos un país imparable".
También en la forma en la que se ha referido en muchas ocasiones a Madrid, ya no sólo como club sino como ciudad o como entorno, con términos y tonos bastante despectivos. Precisamente en el Bernabéu ofreció una de sus ruedas de prensa más políticas, al afirmar que "nosotros nos hemos levantado muchas veces, como equipo y como país, y nos hemos vuelto a levantar; tantas, y tantas, y tantas veces... Mirad si es pequeño nuestro país que desde un campanario se ve el campanario vecino".
Tan concienciado está, que hace apenas unos meses acudió a la sede de la organización cultural e independentista catalana Omnium para inscribir a sus tres hijos, los mismos a los que llevó en Nueva York al Instituto Catalán de América para celebrar la Diada de Cataluña. Desde ahí mandó el mensaje de apoyo a la manifestación que le ha vuelto a poner al frente del sentimiento independentista. Un frente que, en realidad, lleva liderando desde hace muchos años.