El secretario de Estado para el Deporte Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, ha entregado la Medalla de Oro del Mérito Deportivo a título póstumo concedida al entrenador de fútbol Manolo Preciado, en reconocimiento de los "valores deportivos" de los que siempre hizo gala este "referente para todos los deportistas".
Así se ha expresado Cardenal tras entregar la distinción a Manuel Preciado, hijo del técnico cántabro que falleció el pasado 6 de junio, y ha subrayado que la Medalla de Oro es una muestra de "reconocimiento y admiración" a un entrenador "valiente", que ha dejado como "legado" su forma de "caminar con honestidad por la vida".
El Paraninfo de La Magdalena ha acogido este acto que ha estado presidido por Miguel Cardenal y el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Salvador Ordóñez, y que ha contado con la presencia del presidente de Cantabria, Ignacio Diego; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna; el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz; y el presidente del Parlamento regional, José Antonio Cagigas.
Miguel Cardenal ha enfatizado que Manolo Preciado es un "espejo en el que pueden mirarse quienes sueñan con ser entrenadores en el deporte profesional". "Fue un gran entrenador y también un gran director de recursos humanos, capaz de exprimir y sacar lo mejor de un futbolista", ha añadido.
Los equipos de Preciado eran "reconocibles", según ha manifestado Cardenal antes de recordar los "paseos agradables" en que se convertían los viajes del Sporting en autobús, en los que "se jugaba a la pocha" y Preciado "hablaba con su querido amigo" Enrique Castro Quini, presente en este homenaje. "Manolo dejó su sello, su personalidad y su bondad en todos los clubes donde militó", ha añadido Cardenal, para quien el extécnico, entre otros, del Racing de Santander y del Sporting, "forma ya parte, con letras de oro, de la historia del fútbol español".
Además de apuntar que "incluso quienes lo vieron alguna vez como enemigo, acabaron viéndolo como un amigo y un colega", Cardenal ha destacado que Preciado conseguía una "comunión" con las aficiones porque "veían en él a alguien auténtico, comprometido y leal". "Hace falta gente como Manolo Preciado", ha hecho hincapié Cardenal, señalando la "profunda huella" que ha dejado el técnico sobre el verdadero significado del deporte.
En este sentido, Cardenal ha declarado que, en estos momentos en los que "la sociedad está sufriendo" es importante tener "referentes" como los que representa Manolo Preciado, frente a "peligros" como "las trampas, el dopaje, las apuestas, las actitudes violentas y racistas y el mercantilismo exagerado".
Cardenal ha recordado el "clamor popular" que se suscitó con motivo del fallecimiento de Preciado y también ha destacado la importancia de que la entrega de la medalla se produzca en la sede de la UIMP, porque "la Universidad siempre es depositaria de los valores y enseñanzas" por los que apostó el técnico cántabro.
Antes de la intervención de Cardenal, la viuda de Manolo Preciado, Arancha Arbolí, dirigió unas breves palabras a los asistentes para agradecer el reconocimiento a una "extraordinaria persona que con su ejemplo, optimismo y esfuerzo, sigue dando luz, solos y goles a todos los que le recuerdan". "Hoy, en el día de mi cumpleaños, quiero regalarle, con todos vosotros esta medalla", dijo su viuda visiblemente emocionada, destacando que "no sólo simboliza y premia una carrera profesional, sino a una persona extraordinaria".