Gerard Piqué aplaude la iniciativa del Barcelona, adelantada este lunes por el diario Sport, de que su segunda camiseta para la temporada 2013/14 luzca los colores de la senyera. "Me gustaría mucho que la primera (equipación) fuese la del Barça y la segunda fuese la de la senyera", ha dicho el central en declaraciones a la Cadena SER desde Tiflis, donde la selección española se mide este martes a Georgia, en partido de clasificación para el Mundial de Brasil 2014.
Precisamente, sobre la selección, Piqué ha dicho que el combinado nacional "no ha perdido hambre": "Lo demostramos volviendo a ganar la Eurocopa. Hay gente con muchas tablas. Ahora mismo no veo una selección sin Xavi. Está convencido de seguir. Tiene el respeto y la admiración de todos".
Con respecto a la actualidad en el Barcelona, resta importancia a los comentarios sobre su bajo nivel y niega que Shakira tenga algo que ver. "Yo puedo tener un partido malo y no tiene que ser obligatoriamente por problemas con mi pareja u otra series de rumores que no vienen al caso. Si me sale un partido malo es porque no jugué bien y ya está", dice.
"El año pasado no fue un gran año en lo personal. Mi novia me dice que nosotros tenemos siempre la presión de ganar, ella no. El mundo del fútbol es distinto, los futbolistas queremos ganar siempre a cualquier cosa. Si se pierde, la primera noche es la más dura. A nadie le gusta perder. Ella disfruta y sufre con la pasión del fútbol", afirma el central barcelonista..
Piqué también niega haber dicho la polémica frase "Españolitos, os vamos a ganar la Copa de vuestro Rey" que en su día le atribuyó el diario Marca. "Nunca la dije. Ese periódico mintió. Es mentira que haya dicho eso y lo quiero dejar bien claro", zanja.
Piqué también opina sobre la situación que vive Cesc Fàbregas y hasta la comparó con la situación que él vivió la temporada pasada. "Mi situación del año pasado puede que se parezca a la de ahora de Cesc. Tenemos que evadirnos de los comentarios. El hecho de que Cesc haya vuelto al Barça por un dinero mete más presión, es un hándicap. Les puedo asegurar que Cesc está bien. El mundo del fútbol es impaciente. Intentan desestabilizar, pero espero que no le afecte", finalizaba.