Frank Rijkaard fue designado en julio de 2011 como entrenador de Arabia Saudí y se estrenó en el cargo dos meses después, con un empate sin goles frente a Omán (0-0).
La modestísima selección saudí, que ha participado cuatro veces en la Copa del Mundo –su mejor resultado fueron los octavos de final en Estados Unidos'94–, fue como encontrar un oasis en el desierto para Rijkaard después de haber estado casi dos años sin equipo, tras haber sido despedido por el Galatasaray en octubre de 2009. Un técnico de renombre, la persona que en 2006 había devuelto el trono europeo al Barça catorce años después de aquel inolvidable 20 de mayo de 1992 en Wembley, llegaba a un equipo tan exótico como el de Arabia Saudí.
Ahora, cuatro años después de su marcha del Barcelona, El Cometa, como era conocido Rijkaard en su época de jugador, regresa a España. Lo hace concretamente a Pontevedra, donde su equipo se enfrentará este viernes (22:00 horas / TVE1) a la selección española, en lo que será el primer partido de los hombres de Vicente del Bosque en casa tras ganar el pasado 1 de julio la Eurocopa en Kiev.
Junto al holandés llegan dos españoles: Albert Roca, que fue preparador físico del Barça con Rijkaard, y Juan Ramón López Caro, exentrenador del Real Madrid que actualmente ocupa el cargo de director técnico de la Federación Saudí de Fútbol.
Los Hijos del Desierto, como se conoce al equipo asiático, no cuentan con ningún futbolista de renombre en sus filas y, por tanto, la estrella, el hombre más mediático, es el entrenador. Actualmente en el puesto 105 del ránking FIFA –su mejor posición fue el vigésimo primer lugar, en julio de 2004–, el conjunto de Arabia Saudí aterriza en Galicia dispuesto a dar guerra.
Sobre el papel es claramente inferior a los campeones del mundo y de Europa, pero ya les apretaron las tuercas en las dos ocasiones en que se han enfrentado ambos. En el Mundial de Alemania de 2006, en el último partido de la primera fase, España ganó por 1-0 con gol de Juanito. La última vez fue el 29 mayo de 2010, en Innsbruck (Austria), en un partido que sirvió como preparación para el Mundial de Sudáfrica. Aquel encuentro, que supuso el debut de Pedro Rodríguez con la absoluta, lo ganaron los españoles por 3-2 gracias a un tanto de Fernando Llorente en el descuento. Previamente habían marcado David Villa y Xabi Alonso.
Reencuentro con Xavi
El amistoso de este viernes en el histórico estadio de Pasarón servirá también para ver el reencuentro entre Rijkaard y antiguos pupilos como Andrés Iniesta, Víctor Valdés y el propio Pedro, a quien hizo debutar con el primer equipo del Barça. Y, cómo no, con Xavi Hernández. Pero el flamante ganador del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, junto con Iker Casillas, no guarda precisamente un buen recuerdo del holandés, que nunca confió en él.
Es más, el pasado mes de abril, en una entrevista a L'Équipe, Xavi reconoció haber llegado a sentirse frustrado en el Barça con Rijkaard en el banquillo. "No creía en mí. Quería que nuestro juego tomara una dimensión física superior, estimaba que era el único medio de luchar con las mismas armas que los mejores clubes europeos", señaló. "Hace cuatro o cinco años, yo era pésimo, inútil, nefasto... ¡Era el cáncer del Barça! Un jugador de 1,70 era simplemente imposible".