En este verano ha quedado demostrado que el mercado de fichajes y los clubes de fútbol también están afectados por la crisis. Salvo contadas excepciones, en España, Italia, Inglaterra y Alemania se ha movido poco el mercado. Los petrodólares del PSG o los gasodólares de Rusia han sido los mayores alicientes para jugadores y entrenadores.
El movimiento más caro del mercado este verano lo realizó el lunes el Zenit de San Petersburgo, que ha invertido 100 millones de euros para contratar al brasileño Hulk y al belga Axel Witsel. El del delantero del Oporto se ha convertido en el fichaje más caro del año, ya que pagarán por él 40 millones al club luso más un 15% a un fondo de inversión. En total, 60 millones por un futbolista campeón de la Liga Europa con el Oporto y que formó una delantera temible con Radamel Falcao.
Gazprom, el camino al éxito
Los clubes rusos se quieren hacer un hueco en el panorama europeo de la mano de los oligarcas que poseen las entidades. En el caso del Zenit se trata de la compañía de gas Gazprom, que también patrocina al Schalke 04 y la Champions. La inversión de la compañía comprende además la construcción de un nuevo campo, el Gazprom Arena, que contará con 60.000 espectadores, por el pequeño Petrovsky, con un aforo de poco más de 20.000.
Gazprom pasó a ser accionista mayoritario del club a finales de 2005. Desde entonces ha vivido su época dorada. En 2006 llegó al club el reputado técnico holandés Dick Advocaat, que consiguió la primera liga rusa para la historia del club, además de la Copa de la UEFA conquistada ante el Rangers y la Supercopa de Europa ante el Manchester United. Pero eso es poco para Gazprom.
La entidad ha invertido para codearse con los mejores clubes de Europa, algo que, hasta la fecha, no ha conseguido. Su única participación en la Champions data de la temporada 2008/09, donde se vio encuadrado en un grupo con la Juventus y el Real Madrid, que no fue capaz de pasar.
La Champions, el objetivo
En 2009, el Zenit decidió contratar al reputado técnico italiano Luciano Spalletti, que había ganado con la Roma dos Copas de Italia y una Supercopa de Italia. Junto al entrenador, le prometieron decenas de fichajes de nivel y no faltaron a su palabra.
El conjunto del Neva no escatimó en refuerzos para el nuevo proyecto. Fichó al central portugués Bruno Alves (Oporto) por 22 millones de euros; al defensa serbio Aleksandar Lukovic (Udinese), por 7,5; y al delantero ruso Alexander Bujárov (Rubín Kazán), por 12, según la prensa local. Además, fichó también a los internacionales rusos Kerzhakov (Dinamo) y Semak (Rubín), y al centrocampista serbio del PSV Eindhoven, Danko Lazovic, por cantidades desconocidas. A estos jugadores también se han unido el lateral italiano suspendido de la Eurocopa por apuestas ilegales, Domenico Criscito, y el mediapunta portugués Danny.
Pese al desembolso millonario –cerca de 50 millones de euros–, el Zenit no cumplió su principal objetivo y quedó fuera de la pasada edición de la Champions al ser eliminado por el modesto Auxerre francés. "Millones tirados al viento", titulaba entonces el diario Sport-Express.
Ahora, con Hulk y Witsel en la plantilla, el objetivo de este año, además de conquistar una vez más la competitiva liga rusa –ahora mismo el Zenit es líder empatados a puntos con el Terek Grozny–, es la Champions. Al menos, el club ruso debe llegar a cuartos de final, aunque primero tendrá que superar un grupo donde está encuadrado con el Milan, el Málaga y Anderlecht.