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Cristiano podría costarle 31 millones anuales al Madrid

En caso de renovar, el portugués pasaría a tributar del 24 al 52% del IRPF a partir de 2015 y el club se vería obligado a duplicarle el sueldo bruto.

Ríos de tinta están corriendo estos días sobre las posibles causas de la tristeza de Cristiano Ronaldo. Tras haber lanzado la bomba el pasado domingo, minutos después del primer triunfo liguero del Real Madrid, el crack portugués se ha refugiado en la concentración de su selección en Óbidos.

No quiso hacer declaraciones el delantero a su llegada a esta localidad costera, situada a unos 80 kilómetros al norte de Lisboa, ni tampoco participó en el entrenamiento a las órdenes de Paulo Bento. Quien sí habló fue su representante, Jorge Mendes, asegurando a través de un comunicado que "las declaraciones de Cristiano Ronaldo se basan en razones que conozco (...) No me sorprenden y mucho menos me incomodaron".

Falta de protección por parte del club y de apoyo de la afición del Bernabéu, malestar con ciertos compañeros en el vestuario, una revisión de contrato, un problema estrictamente personal.... Muchos son los motivos que se han barajado para tratar de explicar la tristeza de Cristiano.

La última de las razones es de carácter fiscal. En concreto, tendría que ver con la llamada Ley Beckham, que suponía una importante reducción en el IRPF para los trabajadores extranjeros, con un salario superior a los 600.000 euros anuales, que cambiasen su residencia fiscal a España. La norma fue abolida por el Gobierno socialista en noviembre de 2009, pocos meses después de la llegada de Cristiano Ronaldo a nuestro país.

El portugués es uno de los jugadores que siguen beneficiándose de esta Ley Beckham al tributar el 24 por ciento del IRPF, frente al tipo impositivo anterior del 43%. Pero el chollo se le acabará en cuanto rubrique un nuevo contrato con el Real Madrid –el actual finaliza el 30 de junio de 2015–, si es que finalmente acaba firmando. Así, a partir de 2016, pasaría a pagar el 52 por ciento de impuestos.

Y ello, lógicamente, también obligaría a la entidad madridista a pagarle el doble a su gran estrella: Cristiano, que actualmente percibe 15,5 millones brutos al año, pasaría a cobrar 31 millones –15 millones libres de impuestos– a partir de la temporada 2015/16. Ése es, según apuntan varios medios, el caché que el astro portugués cree que le corresponde. Sobre todo, viendo cómo hasta nueve futbolistas –entre ellos su archienemigo, Leo Messi– le superan en la lista mundial de ganancias. Una vez más, el pique eterno con el argentino a escena.

Así, el mejor pagado del mundo ahora mismo es Samuel Eto'o (20 millones), por delante de Zlatan Ibrahimovic (14,5), Wayne Rooney (13,8), Yaya Touré (13), Kun Agüero (12,5), Didier Drogba (12), Fernando Torres (10,8), Darío Conca (10,6) y Messi (10,5).

En el mismo escalafón salarial que Cristiano se encuentra su compañero Kaká, ambos con unos ingresos de diez millones netos anuales. Pero el portugués entiende que mientras él es la máxima estrella del Madrid, habiendo marcado 150 goles en poco más de tres años, el brasileño está relegado a un segundo plano y apenas entra en los planes del técnico José Mourinho, que lo ha dejado en la grada en tres de los cinco partidos esta temporada –el brasileño sólo estuvo en el banquillo en los encuentros ligueros ante el Valencia y el Granada, y todavía no ha disputado un solo minuto–.

Tal vez por ello habría esperado la estrella de Madeira hasta el pasado domingo, 48 horas después del cierre del mercado de fichajes –esperando a ver qué ocurría con el futuro de Kaká–, para mostrar públicamente su tristeza. Dejando, además, en vilo a los aficionados madridistas durante dos semanas debido al parón por los compromisos de las selecciones nacionales.

Todo se reduciría, en definitiva, a un problema de egos que a buen seguro se acabará resolviendo con dinero. Como (casi) todo en la vida.

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