Según han informado fuentes de la organización de la ronda gala, el primer examen médico que se le ha practicado a Freire ha dictaminado que las heridas que presenta en el muslo no son demasiado importantes, por lo que su participación en la decimocuarta etapa que se disputará este sábado es segura.
El ciclista español del Rabobank fue alcanzado por varios perdigonazos en el descenso del puerto de Platzerwasel, cuando un aficionado podría haberle disparado con un arma de aire comprimido desde las rampas a él y al corredor neozelandés Julian Dean, del equipo Garmin, que fue herido de manera leve en un dedo de la mano izquierda. Además, habría un tercer corredor que también habría sido alcanzado por los proyectiles.
El de Torrelavega, que sangraba de las heridas, atravesó la meta en el puesto 117, 20 minutos después que el alemán Heinrich Haussler, vencedor de la etapa. "Tiene un hematoma, pero podrá continuar y es lo más importante", ha declarado el responsable de equipo Rabobank a los medios.
Por su parte, el médico del equipo holandés, Dion van Bommel, ha explicado que, pese al incidente, Freire se encuentra tranquilo, aunque no entiende cómo se puede producir un asunto de este calado. "El impacto en el muslo ha sido un daño pequeño, pero si hubiera recibido el impacto en un ojo podría haberse quedado ciego. Es una experiencia que nunca antes había tenido en mi carrera", ha subrayado.
La gendarmería francesa ha abierto una investigación para determinar las circunstancias en las que se produjo el incidente.