Francia y Brasil firman tablas y se olvidan del gol en el regalo a la FIFA por su Centenario (0-0)

Los futbolistas, que disputaron la primera mitad con una equipación de principios del siglo pasado, no olvidaron ni las jugadas polémicas ni los choques entre rivales, todo cupo en su repaso del fútbol, todo menos el gol. Brasil lo buscó más, desplegó más talento y lo mereció en más ocasiones, pero no lo consiguió. Dominó territorialmente, tuvo más tiempo el balón pero las ocasiones se repartieron en ambos bandos, casi siempre adornadas por detalles técnicos.

Como Francia marcó ante su público, el encuentro del Centenario de la FIFA se cerró con el cuarto empate entre ambos equipos en once enfrentamientos y aplazó la revancha de la final del Mundial de 1998 que los brasileños querían tomarse ante Francia en el mismo escenario. Cafú fue el primero en intentarlo tras una internada por la banda derecha, pero fue Ronaldo el que dispuso de las mejores ocasiones, a los diez minutos, cuando no aprovechó un pase de Roberto Carlos y, sobre todo, a los 23, cuando Coupet detuvo su disparo después de una buena combinación con Ronaldinho.

Francia también supo fabricar su juego y gozó de ocasiones de gol, que nacieron casi siempre de las botas de Zidane, quien como suele ser habitual con la casaca bleu, gozó de libertad de movimientos, aunque se ocupó más de la banda izquierda. La jugada más plástica de Francia llegó en el minuto 24, cuando Henry controló magistralmente un pase de 30 metros de Zidane, que luego culminó con un mal disparo.

Al minuto siguiente una combinación entre Zidane, Henry y Trezeguet permitió al franco-argentino gozar de su primera ocasión, pero la lanzó fuera. Con estas jugadas Francia se sacudió un tanto el dominio brasileño, pero los canarinhos volvieron a tener pronto el control del balón, que permitió a Ronaldinho y Ronaldo seguir poniendo en jaque a la zaga bleu. En el minuto 30, el barcelonista sirvió un buen balón a Ronaldo, que no lo aprovechó, al igual que en el 44, cuando fue su compañero Roberto Carlos el que le centró desde la izquierda, pero el delantero no llegó a marcar de cabeza.

La segunda mitad se presentó como un partido más comprometido, como si los jugadores hubieran dejado en los vestuarios el respeto mutuo junto con los trajes de época que lucieron durante 45 minutos. Más lucha no se tradujo en más detalles de calidad y las ocasiones siguieron repartidas. La mejor de Francia la tuvo Wiltord, que no aprovechó un pase desde la derecha de Mendy, quien había superado a Roberto Carlos. El madridista se redimió unos minutos más tarde cuando estrelló un balón en el poste de Coupet tras un fuerte disparo desde el borde del área.

Brasil retomó el mando de las operaciones cuando Zidane fue sustituido y Ronaldo dispuso de alguna buena ocasión, pero no acertó con el gol. Incluso Ronaldinho gozó de una ocasión de cabeza, lance del juego en el que no se prodiga. La fiesta decayó con el paso de los minutos y el partido perdió intensidad, aunque siempre fue Brasil el que buscó con más ahínco el tanto que pusiera la guinda en el pastel de cumpleaños de la FIFA.