Francia derrota a Lituania y disputará ante Grecia la primera semifinal del Eurobasket

L D (EFE) Los últimos reyes del continente que cerraron la primera fase sin encajar ninguna derrota como primeros clasificados del Grupo B, en Podgorica, sucumbieron prácticamente sin discusión frente a una Francia contundente, ágil, despierta y con las ideas muy claras. Las ausencias, por uno u otro motivo, de Sarunas Jasikevicius, Eurelijus Zukauskas, Arvidas Macijauskas, Saulius Stombergas, Robertas Sestokas, Dainius Salenga, Darjus Songaila y Mindaugas Timinskas pesaron más que nunca en la formación báltica.

El técnico francés, Claude Bergeaud, ha tomado la decisión de relegar al NBA Tony Parker (San Antonio Spurs) en favor de Antoine Rigaudea y, desde entonces, la selección gala funciona mejor, mucho mejor incluso. El base del equipo texano ha cubierto la preparación disminuido por diversos problemas físicos y no atraviesa el mejor estado de forma. Rigaudeau, por el contrario, es un seguro. Lituania entró dormida a la cancha (6-14 m.10; 12-26 m.18) y no se despertó hasta después de descanso, cuando ya perdía por dieciséis puntos y los galos la doblaban en el marcador (16-32). El alero de los Suns de Phoenix (NBA) Boris Diaw ya había desplegado parte de su extenso repertorio para desgracia de los bálticos.

Lo cierto es que la formación dirigida por Antanas Sireika recuperó la intensidad de la primera fase y se echó encima de la tricolor (36-44), pero la victoria ante los serbios ha debido sentarle muy bien a los franceses porque de inmediato volaron otra vez en el tanteador (36-51). Lituania había quemado su oportunidad. Ahora le espera Rusia en la fase del quinto al octavo puestos. La de Francia, con billete para el próximo Europeo y el Mundial 2006, acaba de empezar.

Rusia cae en la trampa de Grecia

 

Grecia repitió la racanería ofensiva del cruce de clasificación ante Israel en muchos tramos del partido, aunque manejó las bazas que mejor le sientan para confundir por completo a una Rusia indolente hasta la saciedad. El primer cuarto fue sonrojante (13-6). Rusia, por primera vez en su historia con un base estadounidense nacionalizado al frente de las operaciones -el jugador del CSKA de Moscú John Robert Holden-, cayó en el parsimonioso juego heleno y tampoco pudo prodigarse ante el aro contrario porque, pese a contar con ventaja también en el intermedio (33-27), navegó con una desgana irritante.

A los griegos parece que les va bien la estrategia destructora. Antes de los descansos apuran las posesiones casi hasta el final y ralentizan los ataques rivales, lo que reduce los parciales de manera drástica. Luego, incrementan el ritmo ofensivo y cogen al adversario con el pie cambiado. Con Rusia, se adelantaron al descanso en el cambio de discurso. Nada más terminar el tramo inicial aceleraron las posesiones, aunque sin descuidar el ritmo defensivo, de tal modo que sorprendieron a los ex soviéticos. Una técnica al entrenador heleno, Panagiotis Gianakis, permitió a los rusos conservar in extremis la misma diferencia que había al final del primer cuarto. Holden consiguió reconstruirla desde la línea de tiros libres (33-26) sin que eso ocultara la reactivación de Grecia.

Los griegos, de hecho, tomaron la delantera nueve minutos después del intermedio gracias a un triple de Lazaros Papalukas, compañero de Holden en Moscú, que situó el tanteador en (40-42). El corte terminó con cuatro puntos de margen para Grecia (40-44), ampliados en el arranque de la última fase con un 0-4 obra de Nikos Hatzivrettas y su homónimo Zisis, que dejaron a los rusos ocho puntos por detrás (40-48).

La estrategia helena funcionaba de nuevo, en parte ayudada por la permisividad de Rusia a la hora de proteger la canasta. Los rusos ofrecen la misma cara cuando ganan por veinte que cuando pierden por veinte. Los griegos no. Con el partido de cara dominaron la situación a placer y, ocho años después, desde el Europeo de España'97, están de nuevo en una semifinal continental, clasificados para España 2007 y también para el Mundial de Japón 2006.