El nuevo Alpine ha sido presentado al público. El monoplaza, A521, de Fernando Alonso en el que será su regreso a la Fórmula 1, presenta un cambio radical en cuanto a estética se refiere: el negro y amarillo de toda la vida del Renault han sido sustituidos por el azul eléctrico, rojo difuminado y blanco, en honor de Francia y Reino Unido, los países que comparten las sedes de las fábricas de los monoplazas que pilotarán Fernando Alonso y el francés Esteban Ocon, Viry (Francia) y Enstone (Inglaterra).
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En cuanto a su estructura, se trata de un monoplaza que a primera vista parece continuista, aunque esconde multitud de detalles que suponen una clara mejora respecto al Renault de la temporada pasada.
📸 Alpine A521
🎙 Renault E-TECH 20B
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En la parte delantera, el A521 sigue la línea continuista del RS20, con un morro alargado y fino. Eso sí, el Alpine luce más estrecho, lo que da un toque de clase imponente.
En la zona media destacan unos pontones totalmente renovados. En la parte anterior se introduce un cajón inferior, además de una entrada mucho más alta y que tiene un nuevo diseño.
Una de las mejoras más evidentes en la renovación de la suspensión trasera, que se apunta al concepto de Red Bull y Mercedes, con los brazos muy cortos y retraídos que apoyan directamente sobre el subchasis de la caja de cambios.
El punto clave con el que Alpine espera dar un salto de calidad esta temporada es el motor. Mayor fiabilidad y más unidad de potencia, lo que lo sitúa por delante de Honda y a un nivel parejo a Ferrari. Uno de los motivos por el que Alonso decidió volver al Gran Circo. Hay materia prima, ahora dependerá del talentoso piloto asturiano, pulirla y conseguir los réditos soñados: luchar cada carrera por el podio.