Mick Schumacher se acerca cada vez más a la Fórmula 1. El hijo de la leyenda alemana del motor conquistó este fin de semana la F3 Europea, lo que le otorga la Súper Licencia, trámite necesario para dar el salto al Gran Circo.
El salto a la Fórmula 1, sin embargo, no se producirá de inmediato. Mick no tiene prisa y prefiere ir quemando etapas. En declaraciones a La Gazzetta dello Sport, asegura que prefiere ir "poco a poco" en su carrera de fondo hacia el Gran Circo. El siguiente paso, es un secreto a voces, será correr en Fórmula 2.
"Ahora podemos pensar en la próxima aventura. Prefiero avanzar gradualmente paso a paso, preparándome realmente bien. Siempre es importante tomar la decisión correcta. Lo vamos a decidir en las próximas semanas. el reto de todos los pilotos es estar en la F1, ya que es la categoría reina. hemos hablado con algunos equipos para elegir la mejor estrategia para el próximo año".
Mick, el sol que ilumina a los Schumacher
La familia Schumacher sigue luchando día a día para poder recuperar a Michael. Las últimas noticias sobre el estado de salud de la leyenda teutona afirman que al menos se comunica con su entorno. Sigue sin poder caminar ni tampoco hablar, pero sí que está dando síntomas de recuperación a nivel neuronal y emocional. Michael llora cuando su familia lo sitúa en la silla de ruedas frente al bello paisaje que rodea su casa.
"Cuando lo pones frente al bonito panorama de las montañas que miran al lago, Michael a veces llora". El dato, revelado por un familiar cercano que no quiso desvelar su identidad, y que pone los pelos de punta, es que el equipo que está a su cuidado, en busca de una mejora a nivel cerebral, en ocasiones le pone a Schumi unos auriculares donde se escuchan motores de competición. ¿Qué reacción tiene el alemán? La misma que ante las montañas: llorar.
Con Michael luchando por remontar la carrera más importante de su vida, su hijo, Mick, quiere que su padre se muestre orgulloso de él. De momento, se lo está ganando a pulso.