Los problemas en el seno de McLaren son como la setas en días de lluvia. No paran de crecer. Uno de los pesos pesados de la escudería de Woking, Éric Boullier, se marcha por la puerta de atrás. Desde 2015, McLaren comenzó un proceso de autodestrucción que parece no tener fin. El descalabro desde que en 2015 Ron Dennis, por entonces gran boss de los britanicos, decidió dejar de incorporar los propulsores Mercedes que llevaron al equipo a conquistar sus tres últimos títulos mundiales (1998, 1999 y 2007) para rememorar una vieja alianza con Honda. Una nefasta decisión que sigue provocando el corte de cabezas.
McLaren ha anunciado este miércoles una reestructuración en sus puestos directivos que incluye aceptar la dimisión de Eric Boullier, director de carreras durante los últimos cuatro años, y el nombramiento del brasileño Gil de Ferran, asesor de Fernando Alonso en la incursión del español en el Mundial de Resistencia, como nuevo director deportivo.
"El presidente ejecutivo de McLaren Racing, Zak Brown, aceptó ayer martes la renuncia de Eric Boullier de su puesto como director de carreras. También anunció un equipo de liderazgo técnico simplificado", explicó McLaren en un comunicado.
De esta forma, Gil de Ferran asume el nuevo rol de director deportivo para "maximizar la efectividad del equipo en las carreras", mientras que el jefe de operaciones de McLaren Racing, Simon Roberts, supervisará la producción, ingeniería y logística del equipo, y Andrea Stella es el nuevo director de rendimiento.
"Estos cambios son el comienzo de un programa integral de cambios en McLaren. El equipo invertirá para retener y atraer a los mejores talentos, interna y externamente, para devolver a McLaren Racing al frente de la parrilla", añadió el equipo.
El CEO de McLaren Racing, Zak Brown, reconoció que"el rendimiento del MCL33 en 2018 no ha cumplido las expectativas de nadie en McLaren". "Especialmente de nuestros fieles seguidores. No es culpa de los cientos de hombres y mujeres trabajadores comprometidos de McLaren, aclaró, agregando que "las causas son sistémicas y estructurales y requieren un gran cambio desde adentro".
"Con el anuncio de hoy, comenzamos a abordar estos problemas y damos el primer paso en nuestro camino hacia la recuperación. Me gustaría aprovechar esta oportunidad en nombre de todo el equipo para agradecer a Eric su servicio y contribución a McLaren y desearle lo mejor en su futuro", le despidió.
Por su parte, Boullier se marchó "muy orgulloso de haber trabajado con un equipo tan brillante en los últimos cuatro años". "Pero ahora reconozco que es el momento adecuado para dejarlo. Quiero desearle a todos en McLaren lo mejor para el resto de la temporada y para el futuro", concluyó.
Aunque el asunto se ha vendido públicamente como una dimisión de Boullier, de puertas para adentro las cosas son muy distintas. Como hizo en su día el Madrid con Zidane, a Boullier le señalan la puerta de salida. El nefasto rendimiento deportivo de la escudería británica desde su llegada –en 2014 procedente de Lotus– ha sido el detonante.
Hace 15 días negó la mayor
Hace un par de semanas, Éric Boullier se encaró con un periodista en la sala de conferencias del circuito de Le Castellet, en Francia, cuando se le preguntó acerca de si la extrema situación en la que se encuentra McLaren le podía llevar a dimitir, y la respuesta del ejecutivo fue tajante: "No voy a dimitir. Tengo cierta responsabilidad y el coche no está donde queremos, pero he conseguido victorias en todos los equipos en los que he estado y eso no se me puede quitar. Estamos en un proceso de aprendizaje con Renault y nos quedan muchas alternativas técnicas por explorar".
Solo 15 días después, Boullier dice adiós de manera forzada. Donde dije digo, digo Diego. El caos en McLaren parece no tener fin. ¿Hasta cuándo aguantará la paciencia de Fernando Alonso?