El holandés Max Verstappen (Red Bull) fue el vencedor, este domingo, del Gran Premio de Austria y el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) recuperó el liderato del Mundial de Fórmula uno al término de una carrera en la que el desgaste de los neumáticos y los problemas mecánicos fueron decisivos.
Detrás del neerlandés, que ganó su cuarta prueba desde que está en la F1, entraron los Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen y el alemán Sebastian Vettel, que recupera el liderato del mundial después de que los Mercedes del británico Lewis Hamilton y el finlandés Valtteri Bottas abandonaran por problemas mecánicos.
El español Fernando Alonso, que había salido desde el 'pit lane' por una penalización, acabó octavo y volvió a entrar en los puntos después de tres carreras sin hacerlo, y Carlos Sainz (Renault) fue duodécimo.
La carrera tuvo diferentes líderes, desde que Lewis Hamilton le arrebatase ya en la primera curva la primera posición a su compañero Valtteri Bottas, quien tuvo que abandonar la carrera en la vuelta 15 por problemas en la presión hidráulica. Debido a ello, la salida del coche de seguridad virtual no ayudó mucho a Hamilton, ya que todos sus perseguidores entraron a cambiar neumáticos y el inglés hubo de aguantar la fuerte degradación con los que inició la prueba.
En la vuelta 25, Hamilton sí que entró a cambiar neumáticos y en la entrada en pista ya era cuarto, entre los dos Ferrari, con Verstapen ya comandando la carrera.
Con el incremento de la temperatura empezaron a aparecer serios problemas de degradación de las gomas, debido al temido 'blistering', que deforma el neumático y obliga a cuidarlo o a cambiarlo, con el inconveniente de perder tiempo en una carrera en la que se iba a una parada.
Ricciardo tuvo que cambiar por segunda vez las gomas en la vuelta 39, y en la misma trazada Vettel adelantó a Hamilton, quien en la 53 debió entrar en boxes para poner otros neumáticos ante la grave degradación que sufría. A pesar de incorporarse justo por delante de Ricciardo, el inglés abandonó en la 63 por un problema en la presión de la gasolina. El australiano, que hoy cumplía 29 años, al final acabó "celebrando" su cumpleaños con un abandono (en la 55).
En el tramo final de la carrera, a pesar de que las gomas de Verstappen iban al límite, el joven neerlandés supo mantener el coche con firmeza y conducirlo por primera vez a la victoria en Austria, sede de su equipo, y romper con la tradición de Mercedes, que desde que este gran premio ha regresado al calendario de la F1 (en el 2014) no había cedido ni una sola victoria.
El podio lo integran también los dos Ferrari, que en el último tramo de la carrera no recibieron ninguna indicación, al margen de la recibida por Raikkonen para que atacase a Verstappen, vencedor este año por primera vez en una carrera, pero que cuenta con tres más en su historial. La de hoy ha sido la tercera victoria de Red Bull este curso, tras la dos de Ricciardo en China y Mónaco.
A pesar de la tercera posición de Vettel, el hecho de que Hamilton no concluyese la carrera, le da al alemán nuevamente el liderato del mundial, que perdió la semana pasada en el GP de Francia en manos del británico, quien ganó la carrera.
Finalmente, Fernando Alonso pudo quebrar la racha de tres carreras seguidas sin puntuar, y merced a los problemas de pilotos de delante y su astucia en los adelantamientos, el McLaren del español ha podido entrar octavo, en una carrera en la que, por penalización, había salido desde la calle de garajes por haber cambiado el frontal de su coche y el MGU-K a la vez, lo que le librará de otra sanción la semana que viene en Silverstone.
El otro español, Carlos Sainz, también con problemas de neumáticos, pudo acabar la carrera, pero esta vez fuera de los puntos, en la duodécima posición. Es la segunda vez este curso, junto a Baréin, que el madrileño no puntúa.