Una de cal y otra de arena. Así trascurre la pretemporada de McLaren. El 2018 debe ser el año del cambio, pero de momento, los problemas mecánicos siguen latentes.
Tras el incidente de Alonso el lunes pasado con la salida de una rueda trasera por culpa de una tuerca, otro con una brida del escape el martes pasado, una semana más tarde, en la quinta jornada de test de pretemporada de F1, los de Woking han tenido hasta dos contratiempos mecánicos en la primera hora y cuarto de sesión.
Si el jueves pasado los McLaren completaron 161 vueltas (Alonso 51 y Vandoorne 110), dejando de lado cualquier duda sobre su fiabilidad, este martes los problemas vuelven a escena.
Vandoorne, encargado de pilotar este martes, vio cómo su coche se paraba en el pit lane al inicio del día y posteriormente en plena recta cuando tan sólo había completado 4 giros. El piloto belga dejó una extraña marca de neumáticos en la última curva del circuito y llegó a duras penas con su monoplaza hasta casi la entrada del pit lane, sin poder alcanzar la entrada de la calle de boxes.
Al bajarse del coche, Vandoorne se fue hacia la parte trasera de su monoplaza. Parecía que podría tratarse de algún problema con la suspensión, pero el equipo anunció unos minutos después de que se trató de un apagón eléctrico y que perdieron todos los datos del coche.
McLaren y los problemas, una eterna relación.