Eric Boullier, el director del equipo McLaren, se sincera en una entrevista concedida a Autosport. El ingeniero francés habla de cómo empezaron la temporada —o, mejor dicho, la pretemporada— y de cómo afectó a Fernando Alonso el hecho de volver a encontrarse con problemas en el coche.
"Como gran competidor que es, Fernando se prepara mentalmente durante el invierno. Se hace una idea en su cabeza de cómo debería ir la temporada y eso le motiva más porque se fija sus propios objetivos. Pero llegar a los test de Barcelona y encontrarse una situación inesperada en cuanto a rendimiento del motor, fue una mezcla de tristeza, humillación y frustración", dice Boullier.
El jefe de la escudería de Woking, cuyos monoplazas calzarán motores Renault a partir de la próxima temporada, se ha referido también al incidente de Alonso en el garaje de McLaren tras su abandono en la primera curva durante el Gran Premio de Singapur, disputado a mediados del pasado mes de septiembre.
El español pegó un puñetazo a la pared de su motorhome y dejó un agujero considerable. "Alguna vez tiene que expresar su frustración, pero también ha sido impulsivo en el pasado, cuando ganaba carreras. Tiene esa rabia dentro de él porque sabe que puede hacerlo mejor. Sabe que puede ser el mejor. Y tiene que demostrarlo. Creo que si ganara también golpearía una pared", revela Boullier.
De cara a la temporada 2018, el ingeniero galo no quiso dar muchas pistas, aunque ha dicho que el piloto ovetense, de 36 años, será incluso más peligroso si ve que tiene los podios al alcance de su mano. "Siempre lo comparo con un tiburón. Cuando huele la sangre va directo a por su presa. Si siente que puede estar en el podio o que es competitivo para al menos intentarlo, no cederá ni una pulgada", finalizó.