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¿En qué consiste y cuáles son las claves de las 500 millas de Indianápolis?

El próximo 28 de mayo se celebra la mítica carrera en la que debutará Fernando Alonso.

Desde que Fernando Alonso anunció que estaría presente en las 500 millas de Indianápolis, la emblemática carrera se ha puesto de actualidad en nuestro país. Se habla de las actuaciones de Alonso en los entrenamientos, de los adelantamientos del asturiano y se espera, expectante, el día de la prueba, 28 de mayo a las 18:20 hora española. Pero, ¿en qué consiste, exactamente, las 500 millas de Indianápolis?

Las 500 millas de Indianápolis es la prueba automovilística más prestigiosa de los Estados Unidos a nivel mundial. Encuadrada dentro de la IndyCar, es tan peculiar que permite que la disputen no solo pilotos encuadrados en la parrilla durante el campeonato que consta de 25 pruebas, sino también pilotos externos que solo compiten en las 500 millas. Por eso mismo Fernando puede participar. La actual parrilla a tiempo completo de la IndyCar consta de 21 pilotos, por lo que son muchos los que se suman solo en la Indy 500 para completar la parrilla de 33.

Creada en 1911, el año pasado celebró su edición número 100 y está consagrada como una de las carreras pertenecientes a la Triple Corona, junto al Gran Premio de Mónaco y las 24 horas de Le Mans. Solo un piloto ha conseguido ganar la Triple Corona: Graham Hill. Como diferencias principales con la Fórmula 1 hay que destacar el enorme tráfico que suele haber en pista –el número de participantes es de 33 desde 1934–, la velocidad que alcanzan los monoplazas –hasta 370 Km/h–, la duración de la carrera –suele rondar las 3 horas–, las paradas en boxes –unas siete u ocho por piloto– y un detalle importante: si llueve no se corre.

El circuito se denomina Indianapolis Motor Speedway y es un óvalo con una longitud de 4,023 km en el que los pilotos deben completar 200 vueltas para cruzar la meta. Dos larguísimas rectas y cuatro curvas forman el recorrido. Pero las 500 millas de Indianápolis son mucho más que una simple carrera un fin de semana. 300.000 espectadores abarrotan el circuito Motor Speedway dos semanas antes de la prueba, cuando los pilotos empiezan a realizar sus entrenamientos.

En vez de por tiempo, algo que en óvalos es poco significativo por las escasas diferencias, las vueltas se miden por el promedio de velocidad en millas por hora y el trofeo que consigue el ganador de la prueba, la Copa Borg Warner, es el más antiguo del deporte.

En el Indianapolis Motor Speedway hay una religión: el respeto por lo tradicional. Desde 1936, el ganador de la prueba está obligado a beber un trago de leche en la Victory Lane, una zona habilitada exclusivamente para el ganador de la prueba en la que se le hace entrega de una corona de laureles y la mencionada botella de leche.

La calificación se celebra en dos días diferentes.Los 9 mejores tiempos conseguidos en la primera prueba de la calificación se meten en la Fast Nine, la sesión en la que se decide la pole.

Además de Fernando, otro piloto español estará presente en la Indy 500. Se trata del Oriol Serviá. El veterano catalán de 42 años abordará su novena participación.

Paciencia, suerte, no apurar al límite las curvas para conseguir alargar la vida de los neumáticos y acertar con la estrategia, son algunas de las claves para tener éxito en las 500 millas de Indianápolis.

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