El director deportivo de McLaren, Eric Boullier, ha prometido un coche prácticamente nuevo para la primera carrera del Mundial de Fórmula 1, el último fin de semana de marzo en el Gran Premio de Australia.
Con este mensaje, Boullier pretende tranquilizar a los seguidores de la escudería británica después del decepcionante inicio de pretemporada en los test de Montmeló. "Tuvimos una versión de prueba en Barcelona, pero somos de los pocos equipos del paddock que iremos a Australia con, no diría una especificación B, pero sí con un coche muy cambiado", afirma Boullier en una entrevista en el portal Motorsport.
No obstante, el responsable de McLaren admite que la falta de kilometraje debido a las averías sufridas en los test es un contratiempo inesperado. "No hemos rodado tanto como queríamos y no hay solución al tiempo perdido, pero ahora necesitamos priorizar en la lista de cosas que necesitamos saber", explica.
Boullier también niega que haya problemas de coordinación con Honda, el proveedor de motores del equipo, debido a la distancia entre las sedes de Japón y Gran Bretaña. "Tenemos a mucha gente de McLaren trabajando a tiempo completo en Sakura (Japón) y ellos tienen gente trabajando en Woking. Con tecnología, emails, videoconferencias... todo es más cómodo. Realmente no es algo que condicione nuestra capacidad de reacción", apunta.