La salida de Bernie Ecclestone marca un punto de inflexión en la Fórmula 1, que se enfrenta a un terreno desconocido después de estar las últimas cuatro décadas bajo el puño del directivo británico. Poco se conoce de momento sobre los planes de Liberty Media, la empresa estadounidense de medios y entretenimiento que adquirió la categoría y provocó la salida de Ecclestone. Sin embargo, los nombramientos de los nuevos directivos brindan algunas pistas sobre el futuro de la categoría reina del motor. A continuación, un repaso de los principales interrogantes que presenta la Fórmula 1.
¿Qué cambia en el personal directivo?
El nuevo CEO de la Fórmula 1 será el estadounidense Chase Carey, expresidente de 21st Century Fox. Carey sustituye a Ecclestone como director ejecutivo y a la vez mantendrá su cargo de presidente de la categoría, por lo que tendrá una doble función. Sin embargo, no gobernará en solitario como lo hacía su antecesor. Junto a él, los nuevos dueños de la Fórmula 1 nombraron a Ross Brawn, con una extensa trayectoria como jefe y director técnico de distintos equipos, como nuevo director deportivo de la categoría. Además, Sean Bratches, un ejecutivo de larga trayectoria en la cadena ESPN, será el nuevo director comercial. Ecclestone, en tanto, asumirá el cargo de presidente emérito, más simbólico que ejecutivo.
¿Por qué optaron por esta estructura de mando?
Ecclestone concentraba todas las decisiones en su persona y por largo tiempo pareció irreemplazable. Negociaba con equipos, patrocinadores y emisoras de televisión; ponía los precios y las condiciones. Pero conservar un negocio millonario en manos de una única persona de 86 años no parecía una buena idea para Liberty Media. Brawn, un hombre de enorme prestigio que supo construir la era dorada de Ferrari junto a Michael Schumacher y Jean Todt, actual presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), estará ahora a cargo del show dentro de la pista. Bratches, en tanto, trabajará en un ámbito donde la Fórmula 1 se había quedado atrás: los medios digitales y las redes sociales, un mundo desconocido para Ecclestone. Por encima de ambos estará Carey, que marcará los lineamientos generales.
¿Qué objetivos persiguen Carey y Liberty Media?
Ganar mucho dinero, por supuesto. Según pronósticos conservadores, Liberty espera lograr para finales del 2026 ingresos por 9.300 millones de dólares. El camino, sin embargo, será algo diferente al de Ecclestone. El británico en los últimos tiempos sólo pensaba en maximizar las ganancias a corto plazo y cerró muchos acuerdos polémicos con el sólo fin de ingresar dinero en forma inmediata. Liberty busca en cambio un modelo de negocios a largo plazo basado en el fortalecimiento de la marca que representa la Fórmula 1.
¿Cómo funcionará esto exactamente?
El mercado europeo, con sus carreras tradicionales, se verá fortalecido. Se espera que para ello se bajen las tasas que se le cobran a los organizadores de las carreras. Al mismo tiempo, Liberty buscará incrementar la presencia de la Fórmula 1 en Estados Unidos y Asia. La idea es que las carreras sean un gran espectáculo más allá de lo deportivo y cuenten con estadios llenos. También se intentaráaumentar los ingresos por los derechos de televisión. Y se buscará nuevos seguidores a través de las plataformas digitales con una estrategia más agresiva en ese ámbito. Por otra parte, los equipos podrían adquirir un porcentaje de acciones de la Fórmula 1, algo impensable bajo el mando de Ecclestone.
¿Qué obstáculos enfrentarán los nuevos directivos?
No siempre es posible realizar cambios rápidamente en la Fórmula 1. El denominado "Acuerdo de la Concordia" tiene vigencia hasta el 2020. Allí se establecen las normas acerca del reparto de los ingresos entre los equipos, así como la estructura de decisión conjunta entre dueños de los derechos, la FIA y las escuderías. Liberty Media no podrá pasar por encima de este complejo acuerdo. Muchas decisiones deberán pasar por el filtro de gremios como el Grupo Estratégico o el Consejo Mundial del Deporte Motor. Y como se vio en el pasado, los intereses contrapuestos entre las partes suelen bloquear posibles transformaciones.
¿Y qué será de la vida de Ecclestone ahora?
Tendrá más tiempo libre, definitivamente. "Mis días en la oficina van a ser ahora más tranquilos", señaló Ecclestone. "Tal vez vaya aún a un Gran Premio.Todavía tengo muchos amigos en la Fórmula 1. Y tengo suficiente dinero para pagarme una visita a una carrera", agregó.
Casado con la brasileña Fabiana Flosi, 48 años más joven que él, Ecclestone afronta ahora a una etapa desconocida para él. Aún no está claro qué funciones tendrá como presidente emérito de la Fórmula 1, aunque sin duda estará alejado de los centros de decisión. Habrá que ver, además, si puede conservar su asiento en el Consejo Mundial de la FIA. Su sucesor, no obstante, espera que pueda seguir sintiéndose útil. "Siempre será parte de la familia de la Fórmula 1, siempre será bienvenido", afirmó Carey.