Bernie Ecclestone no ejercerá más como "Jefe Supremo" de la F1. Su puesto lo ocupará Chase Carey, el nuevo comandante del Gran Circo.
"Me han despedido. Es oficial, ya no voy a dirigir la empresa. Mi puesto lo asume Chase Carey". El actual presidente de Liberty Media ocupará su cargo, asumiendo dos roles de forma simultánea, el de presidente y el de CEO de la nueva Fórmula 1.
Al británico le quitan la voz de mando. Para intentar quedar bien, le recolocan en un puesto que ni él mismo sabe explicar: presidente de honor. "Mi nueva posición será la de una especie de presidente de honor. Utilizo este adjetivo sin saber qué significa".
El británico, a pesar del despido, no pierde la sonrisa. "Tal vez vaya a algún Gran Premio, todavía tengo muchos amigos en la Fórmula 1 y tengo suficiente dinero para pagarme una visita", desliza.
Este lunes se ha hecho oficial lo que era un secreto a voces –la salida de Ecclestone– tras la compra de los derechos de la Fórmula 1 por parte de Liberty Media. El conglomerado del multimillonario John Malone llegó a un acuerdo de compra con CVC Capital Partners, el anterior accionista principal. CVC, dueña el 35,1% del capital de la F1, también ratificó oficialmente el traspaso accionarial.
La venta se produjo por una suma de 4.400 millones de dólares (unos 3.930 millones de euros), a los que se añade la asunción de deudas por un valor similar. En total, el valor de la Fórmula 1 fue estimado en 8.000 millones de dólares (7.100 millones de euros). La nueva era en la Fórmula 1 acaba de comenzar.