Jean Todt, presidente de la FIA, y Bernie Ecclestone, representante de los propietarios de los derechos del Mundial de Fórmula Uno, han propuesto a la Comisión de este campeonato y al Consejo Mundial de la federación la cancelación del formato de la sesión de clasificación estrenado este año.
Así lo han acordado ambos tras "aceptar la unánime petición de los equipos del Mundial en una carta recibida este jueves".
La propuesta de Todt y Ecclestone, si la aprueban tanto la Comisión de la F1 como el Consejo Mundial de la FIA, entrará en vigor hasta el final de la temporada ya en la próxima prueba, el Gran Premio de China, que se disputa la semana que viene en Shanghái.
El nuevo formato de calificación, que ha sido utilizado ya en las dos primeras carreras de la temporada (Australia y Baréin), ha recibido duras críticas de los equipos y pilotos. En un principio Todt y Ecclestone se oponían a recuperar la antigua fórmula. Los equipos de Fórmula Uno finalmente han acordado pedir a la FIA regresar a la fórmula del 2015.
El polémico nuevo sistema establece la sucesiva eliminación de los coches más lentos durante las tres rondas (Q1, Q2 y Q3). Así, en las dos primeras carreras la Q1 dura 16 minutos. A partir del séptimo minuto queda eliminado el coche más lento, y cada minuto y medio se van descartando los últimos hasta seleccionar a quince pilotos.
La Q2 dura un cuarto de hora y las eliminaciones comienzan a partir del sexto minuto. A partir de ahí, cada 90 segundos va cayendo el coche más lento hasta seleccionar a los ocho que intervienen en la Q3, de 14 minutos. En esta última, a los cinco minutos empiezan las eliminaciones cada 90 segundos hasta que quedan dos pilotos.
El nuevo formato indujo a la mayoría de los pilotos, incluidos los dos Ferrari, a no disputar en Melbourne la pole al final de la Q3, en lo que ha sido considerado como el inicio del golpe de estado que se ha generado en la Fórmula 1, por considerar que no tenían opciones, a fin de ahorrar neumáticos para la carrera.