El piloto francés de la escudería Marussia Jules Bianchi continúa debatiéndose entre la vida y la muertes 24 horas después de sufrir un grave accidente en el GP de Japón, en el que impactó contra la grúa que retiraba el coche de Adrian Sutil.
Por expreso deseo de su familia, la escudería y el Hospital de Mie,no habían comunicado nada acerca de su estado de salud hasta la llegada de sus padres que se ha producido al mediodía de este lunes. No obstante, su padre confirmó el mismo domingo que habñia sido intervenido de un hematoma cerebral.
El portavoz de la FIA, Matteo Bonciani, ha asegurado las puertas del hospital que "está crítico, pero estable" y pidió comprensión a la prensa porque "está muy muy grave".
En ese sentido, la cadena británica Sky, que está cubriendo la información en el hospital nipón, ha asegurado que el piloto necesita respiración asistida para mantener sus constantes vitales, aunque no ha sido necesaria una segunda operación, como se había apuntado desde algunas fuentes.
Alex Wurz, presidente de la Asociación de Pilotos (GPDA) ha desvelado algunas de las incógnitas acerca del accidente y ha apuntado que Bianchi perdió el control de su monoplaza a 217 kilómetros por hora. "Jules no perdió el conocimiento inmediatamente, sino unos instantes después. En todo momento respiró de forma autónoma y no necesitó ser reanimado", ha manifestado.