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Fórmula 1

Incertidumbre total en el Mundial de Fórmula 1

Vettel tendrá que esforzarse el triple que en los últimos mundiales porque este año revalidar el título será una labor más que complicada.

En el inicio de este Mundial 2014 de Fórmula 1, nadie, absolutamente nadie, puede dar a algún favorito que no sea por pura afinidad. Porque si fuera por las pruebas de pretemporada, lo único claro es que Red Bull será uno de los equipos con más problemas y eso, conociendo los auténticos genios que tienen en su equipo liderados por Adrian Newey, es poco probable.

Lo que sí parece claro es que Sebastian Vettel tendrá que esforzarse el triple que en los últimos mundiales, porque este año revalidar el título será una labor más que complicada. Y esto no sólo por las pésimas pruebas del equipo austriaco, sino también por la buena salud que parecen tener equipos como Mercedes, McLaren, Ferrari e increíblemente hasta Williams.

El cambio de este año es radical. Tendremos motores –cinco en todo el año– que en lugar de los V8 atmosféricos de 2.4 litros como en 2013, serán V6 con 1.6 litros con la consecuente reducción de la potencia, de unos 750 HP a 650 HP a 15.000 revoluciones por minuto. Eso sí, serán turbocomprimidos y esa menor potencia será compensada de alguna manera por un nuevo sistema KERS que ahora llevará el nombre de ERS (Energy Recovery System). Serán dos unidades que podrán absorber energía cinética y térmica de los frenos y el tubo de escape. Dará una potencia adicional de unos 120 HP por hasta 33,33 segundos cada vuelta. Hasta 2013, el KERS facilitaba 60 HP por apenas seis segundos. Además, las cajas de cambios tendrán una velocidad más, hasta las 8 marchas, y tendrán que durar seis carreras.

¿Uno de los cambios más traumáticos para los amantes de la F1? Sin duda el sonido de los monoplazas, ahora con un tono mucho más grave no sólo por un motor menos robusto sino también por el tubo de escape que ahora tendrá que ser uno solo y con la obligación de que los gases expulsados no estén dirigidos hacia la carrocería para evitar un beneficio en el efecto aerodinámico.

También habrá menor consumo de combustible, en torno a un 35% menos que en 2013 y por eso cada coche tendrá disponibles 100kg de combustible por carrera, unos 50 o 60 menos. Aquí entra a trabajar el auténtico genio de los ingenieros de cada escudería que se verán concentrados en bajar lo máximo posible el consumo de los monoplazas y sobre todo, lograr que lleguen con una gota de gasolina en los últimos metros de carrera, sin reducir excesivamente el ritmo de carrera por vuelta.

Lo otro es la estética. Es verdad que la tendencia en los últimos años no era la más favorable, en especial cuando había que soportar los nuevos diseños de las narices o trompas de los F1. Pero lo de este año parece insuperable. Ni el March de 1971 con aquella tabla de surf como alerón delantero, ni la especie de avión que presentó Brabham en 1968 y ni siquiera esa horrorosa punta de morsa de Williams en 2004. Todos ellos muy feos, pero seguro que los de 2014 les hacen la competencia.

Pero todo esto se olvidará pronto y nos iremos acostumbrando para dar paso a los que nos gusta a todos: la pasión por la Fórmula 1 en la que tendremos los mismos favoritos de siempre, todos en los equipos más poderosos, pero con la esperanza de que algún outsider dé cierta emoción a este deporte. Lo que sí es cierto, es que en este 2014, todo, o casi todo, está por descubrir.

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