Australia abre el telón de la Fórmula 1 en 2014, en una temporada plagada de incógnitas, marcada por el cambio radical en el reglamento. Fernando Alonso aspira a olvidar la frustración de las últimas campañas y se agarra a los numerosos cambios para intentar ganar su tercer mundial de Fórmula 1.
Esta temporada la aerodinámica pasa a un segundo plano y el motor vuelve a ser el gran protagonista. La pretemporada ha dejado claras las dificultades de los equipos para adaptar los nuevos propulsores al chásis y al resto del coche. Los entrenamientos han colocado a los motores Mercedes como los más rápidos, seguidos de Ferrari. Red Bull no ha sabido encontrar el diseño perfecto para sus motores Renault y Sebastian Vettel se ha quejado amargamente de que por primera vez nadie apueste por ellos como favoritos.
La ventaja de Ferrari y Mercedes es que fabrican su propio chásis, algo que no sucede en el resto de equipos, por lo que conseguir la armonía dentro del coche resulta menos complicado. Los propulsores V8 de 2,4 litros serán sustituidos por los V6 de 1,6 litros. Son motores con menos caballos, menos ruidosos, pero elevan la temperatura mucho más que la pasada temporada.
Por ello, la fiabilidad será otro factor clave. Esta temporada volverán las carreras plagadas de abandonos por rotura de motores que, según establece el nuevo reglamento, tendrán que aguantar seis carreras. En Ferrari están satisfechos con el trabajo de la pretemporada en este aspecto y los problemas de sobrecalentamiento -que han castigado a Red Bull durante toda la pretemporada- parecen haber quedado resueltos.
¿Qué ha escondido Ferrari?
Por otro lado, el equipo de Alonso se guarda otra carta en la manga. El Ferrari ha sido el más rápido en velocidad punta de la pretemporada, un indicador de que cuenta con uno de los motores más potentes. Aunque Mercedes ha estado por delante en los entrenamientos, algunas voces señalan que la escudería del Cavallino Rampante ha escondido parte de su potencial en las prácticas.
Con la frecuencia de problemas mecánicos que se esperan esta temporada, la regularidad de Alonso puede ser clave para estar por delante de sus rivales. El asturiano acumula experiencia a la hora de gestionar las carreras y el propio monoplaza.
Por último, otro de los motivos para el optimismo del piloto español es la posibilidad de desarrollar el coche. Por un lado, la llegada de James Allison ha traído ideas nuevas en el diseño. Por otro, el nuevo túnel del viento de Ferrari -uno de los mayores quebraderos de cabeza del equipo en los últimos años- parece funcionar a la perfección y sus resultados se corresponden con lo que sucede en la pista.
A ello, hay que añadir que se permitirán los entrenamientos. Cada equipo podrá ensayar durante dos días hasta en cuatro ocasiones a lo largo del año. De esta manera, se podrán probar nuevas piezas y trabajar a fondo en el desarrollo del coche sobre la pista, algo en lo que tradicionalmente ha destacado Ferrari.