Dos meses han pasado desde que Michael Schumacher se golpease la cabeza contra una roca mientras esquiaba en la estación de Meribel, en los Alpes franceses. El pasado 29 de diciembre, el piloto alemán sufría el peor accidente de su vida y, desde entonces, se mantiene en estado de coma.
Tras ser intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones, los médicos del hospital de Grenoble le indujeron un coma, del que no ha podido despertar todavía. Ya son tres semanas desde que, una vez superado el riesgo, los facultativos decidieron comenzar el proceso para despertarle. Se trata de un procedimiento que se puede alargar en el tiempo y, hasta el momento, Schumacher no ha respondido a ninguno de los estímulos y permanece en el mismo estado desde el día que ingresó.
El pesimismo se ha instalado entre los seguidores del expiloto, después de que la revista germana Focus asegurase que los médicos habían comunicado a su familia que suspendían el proceso para despertarle ante la imposibilidad de lograrlo. La mánager del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, Sabine Kehm, salió al paso estas informaciones y aseguró que el trabajo de los doctores sigue su curso "invariable".
Numerosas secuelas
Además, recalcó que no se realizarán comunicados oficiales mientras no se produzcan cambios en el estado de Schumacher. Desde que el piloto sufrió su accidente, la familia ha ido reduciendo drásticamente la emisión de información sobre su estado y ha tratado de frenar el revuelo mediático en torno el hospital de Grenoble.
Por otro lado, la Fiscalía francesa anunció el archivo de la investigación sobre el accidente al no detectar ninguna infracción. Los investigadores decretaron que no se había cometido ninguna infracción ni por parte de la estación de esquí ni por parte del alemán. De esta manera, se descartó que esquiase de forma temeraria y se achacó todo a la fatalidad y la mala suerte.
Sus familiares continúan acudiendo cada día al hosptial y mantienen viva la esperanza de que logre salir del coma. No obstante, expertos en medicina consultados por los medios de comunicación alemanes ya han señalado que, en caso de despertar, Schumacher se enfrenta a duras secuelas neurológicas. A partir de seis meses en coma, aumentan las opciones de que quede en permanente estado vegetativo.