Sebastian Vettel no ha perdido el hambre de ganar. El piloto alemán no desaprovechó la oportunidad de hacer historia y sumar su octavo triunfo consecutivo de la temporada en el GP de Estados Unidos, disputado en el circuito de Las Americas, en el que Fernando Alonso logró una trabajada quinta posición que le permite cerrar el subcampeonato del mundo.
Sesenta años han tenido que pasar para que un piloto repitiese la hazaña de ganar ocho carreras de forma consecutiva, desde que lo lograse Alberto Ascari. Vettel demostró que el hecho de haber ganado ya su cuarto mundial no le ha hecho perder el hambre y volvió a dominar, desde la parrilla de salida, una carrera en la que volvió a ser el líder indiscutible.
El alemán se encontró con el mismo escenario que en anteriores grandes premios. Partió desde el primer puesto de de la parrilla y se marchó desde la salida para gestionar, con la comodidad de quien sabe que tiene un monoplaza inalcanzable, la ventaja que tenía sobre el resto de pilotos. Ni siquiera el accidente de Sutil, tras un toque con Maldonado, y la consiguiente entrada en pista del safety car, inquietaron a Vettel, que tardó vuelta y media en volver a tener una ventaja suficiente.
Remontada de Alonso
Como era de esperar, los pilotos que partían desde la zona sucia de la pista sufrieron cuando se apagó el semáforo. Webber perdió la segunda plaza a en favor de Grosjean y Alonso descendió hasta la séptima posición, por el adelantamiento de Pérez. Sufrió el asturiano mientras estuvo detrás del McLaren del mexicano y no pudo rebasarle hasta que llegaron las paradas en boxes. El español alargó cuatro vueltas más su cambio de neumáticos y consiguió un ajustado adelantamiento para recuperar la sexta plaza.
El recuerdo de los adelantamientos en el circuito de Austin la pasada campaña se nubló, cuando los pilotos descubrieron que la fiabilidad de los neumáticos era suficiente para hacer una parada. Los coches tenían la estabilidad suficiente y la igualdad entre la mayoría de ellos provocó que apenas se produjesen adelantamientos.
Alonso, que había sabido guardar sus ruedas en la primera parte de la carrera, decidió pasar al ataque y consiguió adelantar a Niko Hulkenberg para hacerse con la quinta plaza. Durante algunas vueltas, el asturiano soñó con poder adelantar a Hamilton pero, cuando sus neumáticos desfallecieron, tuvo que poner en práctica su mejor conducción para no perder la posición ante el alemán y aguantar en una plaza que le permitía cerrar matemáticamente el subcampeonato.
La carrera dejó algunos detalles como los problemas de Felipe Massa, que tuvo que efectuar dos paradas, y la notable carrera de Bottas con el Williams. En una semana, el telón de la fórmula 1 se cierra en Brasil. Será en Interlagos donde Ferrari queme los últimos cartuchos para superar a Mercedes en el subcampeonato de constructores y cerrar de la mejor forma posible una temporada para el olvido.