Sebastian Vettel no deja lugar a la imaginación. Este campeonato comienza a estar sentenciado y las esperanzas se van desinflando con cada gran premio. El piloto alemán de Red Bull ha vencido en Singapur y suma su tercera victoria consecutiva. Fernando Alonso protagonizó una espectacular remontada y se alzó con la segunda plaza, viviendo un auténtico día de la marmota. Al igual que Bill Murray en Atrapado en el tiempo, en la que se despertaba en el mismo día una y otra vez, el alemán y el español vuelven a subirse al podio en los mismos escalones que en Italia y Bélgica.
Con Vettel en la pole, desde Ferrari apelaban a la eventual salida del coche de seguridad para frenar a los Red Bull. Ya no se habla de pericia al volante porque es evidente que el coche del español no puede competir con los monoplazas morados. Hubo safety car, pero fue no fue suficiente para un Alonso, que ve como se le escapa el título de Campeón del Mundo.
El español escaló hasta la tercera posición en la salida, rodando tras Vettel y Rosberg. Tras la visita a sus mecánicos, salió detrás de Di Resta, que le frenó durante varias vueltas, convirtiéndose en una auténtica pesadilla. Cada vez iba más lento y la cabeza de carrera tomaba más ventaja. Cuando por fin se deshizo del Force India, llegó el accidente de un Toro Rosso. Daniel Ricciardo se fue en la vuelta 25 y provocó la salida del coche de seguridad. Volvía a haber esperanzas para el de Ferrari.
Brecha insalvable
Vettel perdía los más de 20 segundos de ventaja que había acumulado sobre Rosberg. Ninguno de los dos paró con el coche de seguridad en pista. Tampoco lo hicieron Webber y Hamilton. Fernando se puso quinto tras ellos, sólo debía esperar a que la degradación de los neumáticos de sus rivales le abriese el camino hacia el podio.
Todos pararon y Alonso se colocó segundo. Protegió esta posición hasta que cruzó la meta, con 30 segundos de diferencia con Vettel. El finlandés Kimi Raikkonen fue tercero, seguido por el alemán Nico Rosberg, el británico Lewis Hamilton y el brasileño Felipe Massa, que fue sexto después de que el australiano Mark Webber rompiera el motor en la última vuelta.
La última bala
Decía Alonso antes de la carrera que este gran premio sería determinante para seguir luchando o darlo por perdido. Era la última bala en la recámara. A partir de ahora, se concentraran en el monoplaza de 2014 y tratarán de terminar la temporada lo más alto posible, sin expectativas, esperando a que llegue un fallo de Vettel.
El Alemán ha ampliado la diferencia con Alonso, segundo clasificado, hasta los 60 puntos. La próxima cita del Mundial será el Gran Premio de Corea, que se disputará en el Circuito Internacional de Corea el 6 de octubre.