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Fórmula 1

La lluvia es el clavo ardiendo al que se agarra Alonso

España entera se paralizará a partir de las cinco de la tarde para seguir una carrera que puede coronar a Fernando Alonso como tricampeón mundial.

España entera se paralizará a partir de las cinco de la tarde para seguir una carrera que puede coronar a Fernando Alonso como tricampeón mundial.
GP de Brasil 2012

Lo tiene muy difícil pero no imposible. Fernando Alonso (Ferrari) necesita una auténtica carambola para proclamarse, esta tarde en Brasil, campeón del mundo de Fórmula Uno por tercera vez en su carrera. La primera obligación es acabar en el podio y esperar a que Sebastian Vettel (Red Bull), su rival en la lucha por el título y que le aventaja en trece puntos en la clasificación general (273 del alemán por 260 del asturiano), acabe lo más lejos posible de él.

Si Vettel, que ganó los dos últimos mundiales, acaba cuarto, no hay nada que hacer. Como ya hemos explicado en varias ocasiones en Libertad Digital –nunca está de más recordarlo–, para que Alonso sea campeón necesita ganar la carrera y esperar que Seb sea quinto o peor; terminar segundo y que Vettel sea octavo como máximo; o finalizar en tercera posición y que el piloto germano no acabe entre los nueve primeros. Todo lo demás, sería decir adiós al Mundial.

Pero, sobre todo, lo que espera el asturiano es que haya lluvia, mucha lluvia. "Cuanto más lío haya, mejor. Si la carrera es en seco, será imposible acabar en el podio", dijo el sábado Alonso tras la sesión de clasificación del GP de Brasil, en la que acabó octavo aunque saldrá en séptima posición tras la sanción al venezolano Pastor Maldonado (Williams) con la pérdida de diez puestos por no acudir al área de pesaje cuando fue llamado.

Otro hándicap más, pues Vettel partirá cuarto en la carrera de Interlagos tras los McLaren de Lewis Hamilton y Jenson Button y el Red Bull de su compañero –y, sin embargo, para nada amigo–, el australiano Mark Webber. Incluso Felipe Massa, que siempre suele acabar por detrás de su compañero en la Scuderia, acabó por delante de Alonso –el brasileño saldrá quinto–, fiel reflejo de que el asturiano no hizo ni mucho menos una buena calificación.

Sin embargo, la suerte puede estar hoy con Fernando, un hombre que suele reinar en el caos. El Instituto Climatempo –el servicio oficial de meteorología en Brasil– anuncia lluvia a lo largo de todo este domingo en el área metropolitana de Sao Paulo, con un 90 por ciento de posibilidades de precipitación a la hora de la carrera (17:00, hora peninsular española) y un 94% de humedad en el ambiente, con una temperatura mínima de 18 grados y una máxima de 23.

Puede, en cualquier caso, que con la lluvia no baste. Por muy buen piloto que sea –posiblemente el mejor de la parrilla–, su coche no tiene nada que hacer al lado del Red Bull de Vettel. Se puede decir incluso que bastante tiene con haber llegado con opciones a la última carrera del año, que además coronará al tricampeón más joven de la historia de la Fórmula Uno, desbancando así a un Ayrton Senna que en 1991 logró su tercer título con 31 años y 213 días. Si gana Alonso, lo conseguirá con 31 años y 119 días; si el título es para Vettel, lo haría con 25 años y 145 días.

Pero la fe es lo último que se pierde. Ojalá se obre el milagro a partir de las cinco de la tarde en Interlagos, en una carrera de la que estará pendiente toda España...

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