Las cosas no han podido salir peor para Fernando Alonso en Japón. El español, que partía desde la sexta plaza tras una acción de mala fortuna en la sesión de calificación, tenía como marcado objetivo que Sebastian Vettel le recortara el menor número de puntos posible, Pero poco pudo hacer para evitarlo. Duró apenas unos metros. En la primera curva, tras un leve toque con Raikkonen, pinchó, se salió del asfalto, y tuvo que abandonar.
Para terminar de completar la pesadilla, Alonso tuvo que ver desde fuera cómo Vettel se llevaba la victoria con un gran dominio de principio a fin. Lo que viene a decir, pues, que el alemán le ha pegado un bocado en la clasificación del Mundial de 25 puntos. Ahora, está sólo a cuatro, con cinco grandes premios por disputar.
Y lo peor de todo es que la superioridad de los Red bull ha quedado manifiesta en Suzuka, donde Vettel ganó sin ninguna dificultad, siendo siempre el más rápido del trazado. Tampoco le pusieron en demasiados aprietos, todo sea dicho, porque Webber, que salía desde la segunda plaza, tuvo que pasar por boxes tras la primera vuelta, y Rosberg también tuvo que abandonar.
Con todo, el brasileño Felipe Massa fue quien mejor supo aprovechar la situación, para dar la única alegría a Ferrari al terminar segundo y regresar a un podio 35 carreras después. Este resultado le permite además reclamar una renovación que parece garantizada, y demuestra que, aunque hay trabajo por hacer, la escudería italiana tampoco está tan mal.
Tercero, para jolgorio de la afición, fue el japonés Kobayashi, que se hizo fuerte en casa, defendió con uñas y dientes un podio histórico, y terminó coreado por todo el circuito en la ceremonia final, en una emotiva imagen que quedará para el recuerdo del Gran Premio de Japón.
Un gran premio que, por desgracia, también quedará en la memoria de Fernando Alonso. Hoy ha visto cómo todo el trabajo de la temporada se venía, al menos parcialmente, abajo. Comienza, como él mismo ha dicho, un minicampeonato. Cinco carreras en las que todo va a decidirse. Porque cuatro puntos, desgraciadamente, no son nada.