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Murray deja a Ferrer sin su primera final en Australia

El alicantino se ha quedado a las puertas de su primera final en un grande al perder en cuatro sets ante el escocés, que se medirá a Novak Djokovic.

El alicantino se ha quedado a las puertas de su primera final en un grande al perder en cuatro sets ante el escocés, que se medirá a Novak Djokovic.
David Ferrer devuelve una bola a Andy Murray. | EFE

El británico Andy Murray, quinto favorito, se ha clasificado para la final del Abierto de Australia al derrotar al español David Ferrer, séptimo, por 4-6, 7-6 (2), 6-1 y 7-6 (2) en tres horas y 46 minutos. El escocés, que alcanza su tercera final en un grande después de haber jugado la del Abierto de Estados Unidos en 2008 y la del año pasado en Melbourne Park –en ambas perdió contra el suizo Roger Federer–, luchará el domingo por el título ante el serbio Novak Djokovic (3), que el jueves se convertía en el primer finalista al ganar a Federer, número dos del mundo, por 7-6 (3), 7-5 y 6-4 en tres horas. De ganar a Nole, Murray se convertiría en el primer británico que vuelve a ganar el Abierto de Australia 77 años después. El último que lo hizo fue Fred Perry en 1934.

Ferrer, que saldrá de Melbourne Park como el sexto mejor tenista del mundo, vendió cara su derrota ante Murray. Peleó el partido hasta la extenuación con la idea de dar un golpe en la mesa y cuestionar la condición de intratable de uno de los cuatro gigantes del tenis que apenas dejan espacio a los demás. Afrontó el envite con el impulso que conceden las nueve victorias cosechadas en 2011. Entre ellas, la que consiguió en la final del torneo de Auckland hace dos semanas.

Ferru tuvo su momento en el segundo set, cuando después de haber conquistado el primero estuvo a un punto de sumar la segunda manga. Fue cuando el de Dunblane hizo un saque imposible y frustró las previsiones del español. Hasta ese momento Ferrer dio lo mejor de sí mismo. Mantuvo un cara a cara con el británico, desquiciado y falto de concentración en cuanto su rival le daba una respuesta. El de Jávea respondió bien a cada break del escocés con otro de su lado. Murray tuvo en su mano tomar ventaja con 3-3 y un 15-40 que el alicantino remontó. Luego, crecido, rompió en el noveno y amarró el set.

La final se le puso de cara. Imponente físicamente y concentrado, el mejor restador del circuito trasladó la ansiedad a su rival. Es Murray un derroche de talento, de movimientos impecables y brazos larguísimos para capturar la bola. Cuenta además con el saque, un seguro de vida ante cualquier contingencia. Pero lo cierto es que no estuvo muy provisto de él al principio y eso le generó dudas. Empezar el punto con el segundo daba cierta ventaja a Ferrer, preciso en cada golpe. En el tramo final del segundo parcial le apareció de nuevo. Le levantó en el punto de set que dispuso el español. Y más tarde para cerrar la manga en el desempate y devolverle al partido. Firmó puntos mágicos Andy Murray, paralelos imposibles, en carrera. Beneficiado por la desazón del español, ganó el tercero como un tiro.

David Ferrer volvió al partido en el cuarto parcial porque no suele hacer concesiones. Ni siquiera se resignó cuando su rival tomó una nueva ventaja con una rotura a favor. El español reaccionó y se vino arriba, aunque careció de opciones para amarrar el set. Mantuvo el tipo de nuevo hasta el 6-6. Hacia un nuevo desempate, que impulsó a Murray hacia su tercera final de un Grand Slam

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