El adiós de Ferrer (que se conoció a la media hora de este tercer duelo) y del sueco Robin Soderling -que perdió todas sus opciones en la derrota de la tarde ante el suizo Roger Federer- sitúa como segundo clasificado del grupo B a Murray, que da ese paso adelante junto al número dos del mundo, Roger Federer.
Las probabilidades eran ínfimas para Ferrer, ya que no sólo debía de ganar el partido en dos sets sino que además su clasificación exigía que el contrincante sumara un máximo de seis juegos (siete si disputaban un "tie-break") en todo el partido.
Ferrer empezó con buen pie el primer set, extremadamente decisivo. Rompió el servicio de Murray a la primera, además con rapidez y contundencia. No obstante, éste le devolvió el break en el siguiente juego y ya se alteró el buen ritmo del español, que empezó a cometer errores no forzados y llegó a hacer dos dobles faltas consecutivas en el quinto juego.
Sus fallos hacían crecer al escocés en la pista que, sin embargo, cometió más errores no forzados que Ferrer en esa primera manga (quince frente a nueve). Ferrer se deshinchaba y recibió un total de tres roturas que resolvieron con celeridad -en sólo ocho juegos y media hora- la primera parte del envite.
El alicantino, que disputó este año sus segundas Finales de la ATP después de la edición de 2007, anotó solamente cuatro puntos ganadores, mientras que su oponente firmó diez en ese primer parcial.
Con su victoria de esta noche, Murray se vengó de la anterior cita de ambos, en los cuartos de final del Masters 1000 de Madrid, donde Ferrer se impuso en dos sets (7-5 y 6-3).