L D (EFE) Una Suiza sensiblemente mermada por las ausencias, amarrada a la inspiración de una raqueta discreta, Marco Chiudinelli, 137 del mundo, y a un jugador de medio pelo, Stephane Bohli, 278 del ránking, mantiene en jaque al equipo de España, incapaz de encarrilar la eliminatoria tras la primera jornada a pesar de la baja a última hora de Rafael Nadal. Y es que el choque de Ginebra está plagado de incidencias. Nada sale como estaba previsto. Ni la configuración de los duelos ni el trayecto de la eliminatoria.
Suiza perdió en la víspera, una vez determinado el sorteo, a su raqueta más reputada en ausencia de Roger Federer. Stanislas Wawrinka, en un entrenamiento, sufrió una rotura del ligamento lateral interno de su rodilla derecha. Un panorama desequilibrado para el cuadro anfitrión, a pesar de las condiciones de la pista, adversas para España. El panorama se equiparó minutos antes de la apertura del duelo. Cuando Rafael Nadal interrumpió su calentamiento con un fuerte dolor en el muslo de su pierna derecha. Verdasco, que descansaba en su habitación después de ensayar el dobles con su compañero Feliciano López fue advertido precipitadamente de la opción de jugar.
El madrileño, fijado inicialmente para el punto de parejas, asumió el puesto del manacorí de forma inesperada. Una opción aparentemente solvente. Se trata del 33 del ránking. Experto en transitar por el circuito. Con un torneo ATP entre su palmarés y cierta experiencia en la Davis. Nada que ver con los antecedentes. Verdasco fue desbordado por su rival, un jugador que apenas cuenta en los torneos. A la sombra de Roger Federer y Wawrinka ha sido siempre un comparsa. Un recurso con cuentagotas para el cuarteto de Severine Luthi, que siempre ha tirado del de Basilea para momentos concretos.
En Ginebra ha llegado su momento. Y Chiudinelli ha respondido. Fiel a su historia, la Davis dejó de lado los ránking. Verdasco fue avisado para jugar cuando estaba dormido y no pareció despertar hasta bien entrado el partido. "No logré concentrarme en todo el partido. Estaba mentalizado para jugar el dobles, no este individual. Cuando me avisaron estaba durmiendo. Sólo tuve cuarenta minutos antes para prepararme", lamentó el madrileño, malparado en el duelo.
Con la eliminatoria en contra llegó el turno de David Ferrer. La distancia que le separa con Bohli es gigantesca. No hubo sorpresa y el alicantino relativizó el batacazo de su compañero. En menos de dos horas solventó el compromiso y enmendó el panorama de España.
No aprovechó su momento de gloria la raqueta de Ginebra, último recurso del conjunto helvético. Parte del cuarteto helvético por la ausencia de Federer y Bastl, la desgracia de Wawrinka y la inexperiencia absoluta como jugador individual de Yves Allegro, el tenista que completa el equipo de Suiza. No disimuló sus carencias el tenista local, de veintitrés años. Debutante en la Davis y con sólo dos partidos jugados en el circuito a lo largo de su carrera. Ambos con derrota. Severine Luthi se pensará mucho volver a recurrir a Bohli para la última jornada. La decisiva.