Así, Marmorini asegura que los problemas en el Ferrari de Alonso en Malasia han sido identificados. "Hemos realizado un estudio en profundidad sobre lo que pasó y los dos problemas (motor y cambio) no están relacionados entre sí. En Sepang, el motor de Fernando sufrió un fallo estructural, de un tipo que no se había visto durante el invierno", explica Marmorini en la web del equipo. "Creemos que tuvo que ver la peculiar manera en la que el piloto tuvo que utilizar el motor durante la carrera, debido a los problemas del cambio que el coche experimentó desde el principio", agrega.
Además, Marmorini considera que esa avería no tiene relación alguna con el problema del equipo Sauber en la última carrera, en la que el español Pedro de la Rosa no pudo tomar la salida, ya que ésta, a su juicio, se debió a un problema con los sensores electrónicos.
El italiano recuerda que "cada coche puede usar ocho motores por temporada sin incurrir en una penalización" y que Ferrari planea sus estrategias de uso de propulsores en torno a ese factor. "Por ejemplo, como medida de precaución, optamos por no utilizar en Australia los motores que se montaron en Bahrein, pero sí se van a usar en China, tras analizar lo sucedido en el circuito de Sakhir", comenta Marmorini.
El director de motores y electrónica de Ferrari está satisfecho de cómo están marchando las cosas en el inicio de la temporada en términos de rendimiento: "Estoy contento porque creo que nuestros coches, en su conjunto, son rápidos, aunque siempre puedes ir más rápido. Nuestro ritmo de carrera es bueno, pero podemos hacer aún más para conseguir un mayor rendimiento dentro de los límites que permite la normativa vigente". "Nuestro trabajo se centra en la fiabilidad y el consumo, pero también trabajamos en ver cómo mejorar la instalación del motor y sus accesorios en el chasis para mejorar otras áreas como la aerodinámica, lo que puede aumentar el rendimiento durante la temporada", agrega.
El consumo de combustible ha sido para Ferrari otro de los centros de atención durante el invierno. "Desafortunadamente, tras estas primeras carreras es imposible tener una idea clara de cuál es la situación exacta en este apartado, ya que cada carrera se ha visto influenciada de alguna manera por la meteorología", dice Marmorini. "Con lluvia, por ejemplo, el consumo se vuelve más difícil de controlar y es un factor menos importante. Podemos decir que hemos hecho un buen trabajo hasta ahora, basado en lo que se había hecho durante los meses anteriores, pero debemos seguir trabajando para tratar de mejorar. Cuando tengamos un fin de semana completamente seco tendremos una idea completa de dónde estamos", señala.
Al hablar de la siguiente carrera, el Gran Premio de China, que se disputa este fin de semana, Marmorini comenta que él calificaría al circuito de Shanghai como un trazado de tipo medio. "Es cierto que tiene una recta muy larga, pero eso no es un problema particular para el motor. Por otra parte, la temperatura del aire no suele ser muy alta, lo que hace la vida más fácil para los motores".