L D (EFE) En este sentido, el preparador vigués ha anunciado que el Celta afrontará el choque con los coruñeses con la clara intención de asumir el control del juego desde el inicio del partido. "Vamos a intentar controlar y dominar siempre, pero con muchísimo sentido porque la contra del rival es peligrosa y no es fácil atacar y defender bien al mismo tiempo", añadía el técnico. Vázquez, que este viernes ha entrenado a puerta cerrada por segunda vez en la semana, aseguró que el planteamiento del Celta "será el de siempre" si bien dejó abierta la posibilidad de algún cambio en el once, condicionado por el estado físico de Borja Oubiña y Ángel López.
El técnico celeste reconoció la trascendencia del choque, más allá de los tres puntos en juego, dada la rivalidad entre ambas aficiones, y, sobre todo, tras lo acontecido hace dos temporadas cuando el Deportivo además de imponerse 0-5 en Balaídos, selló casi definitivamente el descenso de los vigueses, tras ganar 3-0 al Celta en Riazor en la penúltima jornada de Liga. "Se enfrentan dos aficiones rivales y por tanto las consecuencias del mismo son totalmente distintas a otro partido", comentó Vázquez, que reconoció que el vestuario céltico se vive "con tensión" las horas previas al encuentro.
Una tensión, que el entrenador del Celta de Vigo espera que sus pupilos sepan canalizar de forma positiva. "Si eso nos sirve de aliento, de empuje y de motivación extra lo intentaremos utilizar de manera positiva", explicó Vázquez, que advirtió también del riesgo que implica afrontar el duelo de esta manera. "Es un partido importante pero no debemos pasarnos. Tenemos que saber que los partidos se ganan en noventa minutos por lo que tenemos que estar tranquilos y no cometer errores", matizó el preparador.
Fernando Vázquez expresó también su deseo de que el partido no se convierta en el típico derbi con escaso fútbol y juego duro, "yo apuesto siempre por el talento, por ser mejor y por jugar bien, no por la fuerza o la experiencia y no creo que porque se trate de un derbi tenga que ser un encuentro bronco y tenso", indicó el técnico. Por otra parte, el de mañana será el primer partido en Balaídos tras el desencuentro entre afición y entrenador de hace dos semanas frente al Betis, un hecho que Vázquez calificó de "muy puntual", a la vez que negó que estuviera con la grada.
"En Balaídos el equipo está cómodo y tranquilo y además gana casi siempre y eso es la mejor prueba de que por encima de accidentes muy puntuales no hay absolutamente nada", concluyó el preparador del Celta.
El técnico celeste reconoció la trascendencia del choque, más allá de los tres puntos en juego, dada la rivalidad entre ambas aficiones, y, sobre todo, tras lo acontecido hace dos temporadas cuando el Deportivo además de imponerse 0-5 en Balaídos, selló casi definitivamente el descenso de los vigueses, tras ganar 3-0 al Celta en Riazor en la penúltima jornada de Liga. "Se enfrentan dos aficiones rivales y por tanto las consecuencias del mismo son totalmente distintas a otro partido", comentó Vázquez, que reconoció que el vestuario céltico se vive "con tensión" las horas previas al encuentro.
Una tensión, que el entrenador del Celta de Vigo espera que sus pupilos sepan canalizar de forma positiva. "Si eso nos sirve de aliento, de empuje y de motivación extra lo intentaremos utilizar de manera positiva", explicó Vázquez, que advirtió también del riesgo que implica afrontar el duelo de esta manera. "Es un partido importante pero no debemos pasarnos. Tenemos que saber que los partidos se ganan en noventa minutos por lo que tenemos que estar tranquilos y no cometer errores", matizó el preparador.
Fernando Vázquez expresó también su deseo de que el partido no se convierta en el típico derbi con escaso fútbol y juego duro, "yo apuesto siempre por el talento, por ser mejor y por jugar bien, no por la fuerza o la experiencia y no creo que porque se trate de un derbi tenga que ser un encuentro bronco y tenso", indicó el técnico. Por otra parte, el de mañana será el primer partido en Balaídos tras el desencuentro entre afición y entrenador de hace dos semanas frente al Betis, un hecho que Vázquez calificó de "muy puntual", a la vez que negó que estuviera con la grada.
"En Balaídos el equipo está cómodo y tranquilo y además gana casi siempre y eso es la mejor prueba de que por encima de accidentes muy puntuales no hay absolutamente nada", concluyó el preparador del Celta.