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Fernando González pasa por encima de un lesionado Nadal y deja el Abierto de Australia sin españoles

El primer 'Grand Slam' de la temporada se ha quedado sin españoles. El último superviviente era Rafael Nadal, pero no ha podido pasar de cuartos. Con algunos problemas en la pierna izquierda, el número dos del mundo ha caído ante el chileno Fernando González por 6-2, 6-4 y 6-3. El sudamericano, décimo favorito, se ha clasificado por primera vez para disputar las semifinales del Abierto de Australia, y ahora le espera el alemán Tommy Haas (12), que ha superado al ruso Nikolay Davydenko (3), por 6-3, 2-6, 1-6, 6-1 y 7-5.

El primer 'Grand Slam' de la temporada se ha quedado sin españoles. El último superviviente era Rafael Nadal, pero no ha podido pasar de cuartos. Con algunos problemas en la pierna izquierda, el número dos del mundo ha caído ante el chileno Fernando González por 6-2, 6-4 y 6-3. El sudamericano, décimo favorito, se ha clasificado por primera vez para disputar las semifinales del Abierto de Australia, y ahora le espera el alemán Tommy Haas (12), que ha superado al ruso Nikolay Davydenko (3), por 6-3, 2-6, 1-6, 6-1 y 7-5.
L D (EFE) "Salí a la pista lesionado en el glúteo y el isquiotibial izquierdo, y apenas podía correr", decía Nadal tras el partido, al comentar que se hizo daño en el duelo de octavos contra el escocés Andy Murray. Esas dos lesiones impidieron al español rendir al máximo en su duelo contra González. "Me levanté cojo", decía el mallorquín, "y salté al partido porque eran los cuartos de un Grand Slam".

El encuentro comenzó una hora después de lo previsto debido a la larga duración del duelo anterior entre Tommy Haas y Davydenko, y a que hubo que desalojar la pista y limpiar los graderíos. La hinchada chilena, célebre siempre en Melburne, no fue muy numerosa pero se hizo notar lo suficiente, con seguidores con pelucas pintadas con los colores de la bandera animando a su jugador, con el conocido cántico "Chi, Chi, Chile". El partido discurría por esos cauces hasta que un espectador molestó a González cuando se disponía a hacer un segundo servicio, con el grito de "doble falta" en inglés. El juez de silla brasileño Carlos Bernardes solicitó luego respeto para los dos contendientes.

Sin posibilidad de correr al máximo, Nadal fue un jugador sin chispa, casi desconocido, durante buena parte del partido. Lento, y con demasiados problemas con una derecha que le fallaba sin cesar, el de Manacor entró en una desesperación continua que le hizo gritar dos veces "puta", aunque tuvo suerte porque el juez no se dio cuenta. González estuvo demoledor con su servicio, con el que consiguió 10 'aces' pero con el que siempre hizo mucho daño. Además neutralizó los tres puntos de ruptura que dispuso Nadal en todo el partido. Ese acierto al saque y una devastadora derecha con la que produjo 41 golpes ganadores se combinaron para destrozar el juego del español.

Mientras uno, el chileno tenía un esquema perfectamente definido, el otro, Nadal, sufría para encontrarlo. Demasiado nervioso, el de Manacor no logró su primer 'ace' hasta el quinto juego del tercer set, cuando minutos antes había solicitado la presencia del fisioterapeuta del torneo Paul Ness por sus problemas musculares. En el vestuario le aplicaron una crema caliente, pero el doctor apenas pudo darle masaje. "Me dolía y le tuve que decir que parase", señalaba Nadal. El revés cortado de González, uno de los golpes que más ha mejorado desde que fichó al estadounidense Larry Stefanki como entrenador, también sirvió para ir minando la moral de Nadal que no encontraba el resquicio para centrarse como le sucedió en octavos contra el escocés Andy Murray.

El chileno no bajó la guardia en ningún momento y no permitió entrar en el partido al campeón de Roland Garros, que no perdía un encuentro de Grand Slam en tres sets desde que Andy Roddick le eliminó en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos en 2004. Mientras en el banquillo español la preocupación era notoria, la sonrisa imperaba en el de González, donde su novia, la argentina Gisela Dulko, no cesaba de animarle. Nadal salvó un punto de partido pero entregó el pase a las semifinales con un fallo de derecha. González levantó los brazos y explotó de alegría.

Con la eliminación de Nadal se acaba este año la participación española en los cuadros individuales del Abierto de Australia, un torneo maldito para ellos, pues es el único grande que falta por conquistar. González, por su parte, se convierte en el primer chileno que alcanza las semifinales de un 'Grand Slam' después de Marcelo Ríos, finalista en Melburne en 1998 y que perdió en la lucha por el título ante el checo Petr Korda. La progresión de Fernando González en este torneo ha sido evidente. El año pasado, cuando partía como noveno favorito, cayó en la primera ronda ante el estadounidense Alex Bogomolov, y ahora sueña con lograr la final.

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