L D (EFE) "Puedo ganarla igual que en Australia, llegamos como un equipo fuerte junto a McLaren y Ferrari y los seis coches creo que estamos en condiciones de poder ganar, tanto Fisichella y yo, como Michael, Barrichello, Kimi y Juan Pablo, con un poco de suerte que tengamos en las cronometradas, que la estrategia vaya bien y que la carrera salga bien, creo que se puede conseguir", dice Fernando Alonso.
El piloto español, que en este circuito se convirtió hace dos años en el piloto más joven en la historia de la Fórmula Uno en conseguir la "pole" y en subir al podio, confesó que le daba miedo la fiabilidad "igual que a todos, creo que todos tenemos un respeto a lo que pueda pasar con el motor, sobre todo la gente que no lo hemos podido cambiar y habrá que cruzar los dedos y esperar que todo vaya bien, pero no me preocupa especialmente". Alonso espera repetir la actuación de hace "dos años, la carrera donde pude enseñar mi potencial, pero ahora llego con un coche mejor que en 2003, con más expectativas y ojalá pueda acabar en el podio aquí".
El haberse visto obligado a remontar en el Gran Premio de Australia del decimotercer al tercer puesto no quiere decir para Alonso que forzara más el motor: "Lo que forcé fueron los neumáticos y las piezas del coche que saltaron cuando me subí a los bordillos, pero nada más, el motor siempre va a las mismas revoluciones, que son las que te dicen los ingenieros y las mismas revoluciones que usé yo en la carrera fueron las que utilizó Giancarlo Fisichella para ganar, así que si se rompe el motor, tenemos las mismas posibilidades de romper los dos y no yo más por venir desde atrás".
Sobre la fiabilidad del nuevo R25 dijo que "en Australia no se rompió nada y estamos todos tan contentos y si aquí rompemos los dos coches, volveremos a hablar de fiabilidad, tendremos preocupación, en las pruebas en el circuito de Jerez, se volvieron a romper algunos motores, así que no las tenemos todas con la fiabilidad". Pero se muestra esperanzado porque "cuando se rompe un motor lo hace en los primeros kilómetros, unos cien o ciento cincuenta y si pasa de los doscientos o trescientos, parece que ya llega al final de su vida, es como si hubiese algún problema de montaje, que cuando hay algo mal, se rompe, así que después de haber hecho unos quinientos kilómetros, los ingenieros tienen más confianza en el motor actual que en un motor nuevo".
Para este Gran Premio, el coche "tiene un suelo nuevo que mejora un poco la estabilidad en frenada, no mejora el tiempo por vuelta, pero lo hace más fácil de conducir", añadió un relajado Fernando Alonso. Los neumáticos son otro punto de interrogación para la carrera en Sepang, en el que la temperatura de la pista puede ser cercana a los 60 grados: "Michelín ha traído dos compuestos de neumáticos, piensan que van bien para el calor con la experiencia de las pruebas invernales y del año pasado, pero es una incógnita al no haber probado nunca unos neumáticos con esta temperatura y hacer más de trescientos kilómetros, quizás es la incógnita más grande que haya este fin de semana.
Sobre una posible táctica conservadora, tras el resultado de Australia, dijo que "a estas alturas del campeonato, en la segunda carrera, si vas tercero o cuarto no te vale, tienes que ir para adelante y más ahora que hay que cambiar el motor cuando acabe esta carrera y hay que sacar el máximo rendimiento". No considera el piloto de Renault que los BAR-Honda sean un peligro al haber cambiado el motor: "En Australia, en las últimas vueltas, doblamos a Sato y Button, así que no creo que fueran tan peligrosos como los Ferrari y los Mclaren, no creo que tengan mucha ventaja por cambiar el motor. El que más la tiene es Michael Schumacher que lo cambió justo antes de empezar la carrera y no se si lo ha vuelto a cambiar ahora o no. En cuanto a los BAR, crucemos los dedos y esperemos que sigan como en Australia".
A pesar del fuerte calor, el circuito de Sepang es para el español: "el mejor circuito del mundo, lo tiene todo, facilidades en el paddock, boxes, gradas y sobretodo un trazado impresionante, largo, ancho, sin baches. Da gusto rodar aquí. A todos nos gusta, pero a mí quizás un pelín más por lo bien que me fue en 2003 y el año pasado". Para combatir el fuerte calor que hace dentro del monoplaza, mas de 50 grados centígrados, Alonso no tiene nada especial, solo "el casco ya que tiene cinco o seis tomas de aire, mientras que los normales tienen dos o tres y están medio abiertas o cerradas, y esta vez está todo abierto. Beber mucho todo el fin de semana, no solo el domingo, para evitar la deshidratación y no se puede hacer más, al día bebo unos tres o cuatro litros".
El piloto español, que en este circuito se convirtió hace dos años en el piloto más joven en la historia de la Fórmula Uno en conseguir la "pole" y en subir al podio, confesó que le daba miedo la fiabilidad "igual que a todos, creo que todos tenemos un respeto a lo que pueda pasar con el motor, sobre todo la gente que no lo hemos podido cambiar y habrá que cruzar los dedos y esperar que todo vaya bien, pero no me preocupa especialmente". Alonso espera repetir la actuación de hace "dos años, la carrera donde pude enseñar mi potencial, pero ahora llego con un coche mejor que en 2003, con más expectativas y ojalá pueda acabar en el podio aquí".
El haberse visto obligado a remontar en el Gran Premio de Australia del decimotercer al tercer puesto no quiere decir para Alonso que forzara más el motor: "Lo que forcé fueron los neumáticos y las piezas del coche que saltaron cuando me subí a los bordillos, pero nada más, el motor siempre va a las mismas revoluciones, que son las que te dicen los ingenieros y las mismas revoluciones que usé yo en la carrera fueron las que utilizó Giancarlo Fisichella para ganar, así que si se rompe el motor, tenemos las mismas posibilidades de romper los dos y no yo más por venir desde atrás".
Sobre la fiabilidad del nuevo R25 dijo que "en Australia no se rompió nada y estamos todos tan contentos y si aquí rompemos los dos coches, volveremos a hablar de fiabilidad, tendremos preocupación, en las pruebas en el circuito de Jerez, se volvieron a romper algunos motores, así que no las tenemos todas con la fiabilidad". Pero se muestra esperanzado porque "cuando se rompe un motor lo hace en los primeros kilómetros, unos cien o ciento cincuenta y si pasa de los doscientos o trescientos, parece que ya llega al final de su vida, es como si hubiese algún problema de montaje, que cuando hay algo mal, se rompe, así que después de haber hecho unos quinientos kilómetros, los ingenieros tienen más confianza en el motor actual que en un motor nuevo".
Para este Gran Premio, el coche "tiene un suelo nuevo que mejora un poco la estabilidad en frenada, no mejora el tiempo por vuelta, pero lo hace más fácil de conducir", añadió un relajado Fernando Alonso. Los neumáticos son otro punto de interrogación para la carrera en Sepang, en el que la temperatura de la pista puede ser cercana a los 60 grados: "Michelín ha traído dos compuestos de neumáticos, piensan que van bien para el calor con la experiencia de las pruebas invernales y del año pasado, pero es una incógnita al no haber probado nunca unos neumáticos con esta temperatura y hacer más de trescientos kilómetros, quizás es la incógnita más grande que haya este fin de semana.
Sobre una posible táctica conservadora, tras el resultado de Australia, dijo que "a estas alturas del campeonato, en la segunda carrera, si vas tercero o cuarto no te vale, tienes que ir para adelante y más ahora que hay que cambiar el motor cuando acabe esta carrera y hay que sacar el máximo rendimiento". No considera el piloto de Renault que los BAR-Honda sean un peligro al haber cambiado el motor: "En Australia, en las últimas vueltas, doblamos a Sato y Button, así que no creo que fueran tan peligrosos como los Ferrari y los Mclaren, no creo que tengan mucha ventaja por cambiar el motor. El que más la tiene es Michael Schumacher que lo cambió justo antes de empezar la carrera y no se si lo ha vuelto a cambiar ahora o no. En cuanto a los BAR, crucemos los dedos y esperemos que sigan como en Australia".
A pesar del fuerte calor, el circuito de Sepang es para el español: "el mejor circuito del mundo, lo tiene todo, facilidades en el paddock, boxes, gradas y sobretodo un trazado impresionante, largo, ancho, sin baches. Da gusto rodar aquí. A todos nos gusta, pero a mí quizás un pelín más por lo bien que me fue en 2003 y el año pasado". Para combatir el fuerte calor que hace dentro del monoplaza, mas de 50 grados centígrados, Alonso no tiene nada especial, solo "el casco ya que tiene cinco o seis tomas de aire, mientras que los normales tienen dos o tres y están medio abiertas o cerradas, y esta vez está todo abierto. Beber mucho todo el fin de semana, no solo el domingo, para evitar la deshidratación y no se puede hacer más, al día bebo unos tres o cuatro litros".