L D (EFE) El Mundial de Fórmula Uno llega a Francia con el alemán Michael Schumacher (Ferrari F2003 GA) en el liderato, aunque con sólo siete puntos de ventaja sobre el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren MP4/17D Mercedes), cuyo abandono del pasado domingo en Nürburgring por rotura del motor le dio un respiro al quíntuple campeón mundial y convirtió en buen resultado el cuarto puesto obtenido en el Gran Premio de Europa. A quince puntos de distancia está su hermano Ralf Schumacher (Williams FW25 BMW), que el domingo pasado se impuso en el Gran Premio de Europa, y a 19 están empatados el compañero de éste, el colombiano Juan Pablo Montoya, segundo en Nurburgring, y Fernando Alonso, cuarto hace cuatro días en Alemania.
El asturiano se presenta en Francia pletórico de moral tras su espectacular exhibición el domingo pasado en Alemania, donde luchó y salió victorioso ante pilotos de la talla del británico David Coulthard (McLaren MP4/17D Mercedes) y Michael Schumacher. David Coulthard, ganador del Gran Premio de Francia en 2000 y poseedor de la mejor vuelta a Magnu Cours, fue incapaz de superar a Fernando Alonso en Nurburging, e incluso acabó fuera de carrera en su último intento de adelantar al español, mientras que Michael Schumacher acosó a Alonso hasta la última curva, y tampoco pudo con el piloto de Renault, que soportó la presión con la madurez de un número uno. Además, la marca francesa Renault juega "en casa" y tratará de destacar especialmente ante su público. Esta situación motiva, pero no presiona a Alonso en su primer Gran Premio de Francia como piloto de Renault.
El doblete obtenido por los dos hombres de Williams-BMW en Nurburgring ha dado alas a Ralf Schumacher y Montoya, que pretenden volver a someter a Michael Schumacher en un circuito, el de Magny Cours, en el que éste ha ganado en seis ocasiones: dos como piloto de Benetton (1994 y 1995) y cuatro en Ferrari (1997, 1998, 2001 y 2002). Los de Williams tienen argumentos para el optimismo: Ralf Schumacher salió por primera vez desde el primer puesto de la formación de salida precisamente en Magny Cours, en 2001, en tanto que Juan Pablo Montoya, ganador este año del Gran Premio de Mónaco, fue el mejor en los entrenamientos de la pasada edición del Gran Premio de Francia.
Pero Michael Schumacher quiere volver a situar el Mundial del lado de Ferrari, sobre todo tras un fin de semana en Nürburgring malo para los bólidos rojos, ya que el que el mejor tiempo en los entrenamientos fue para McLaren-Mercedes (Kimi Raikkonen) y la victoria para Williams-BMW (Ralf Schumacher). Schumi llega este año a Francia en una situación bastante diferente a la que vivió en 2002. Hace un año el actual campeón acudió a Magny Cours con el título prácticamente en el bolsillo, pero esta temporada su situación es muy diferente. No sólo tiene que bregar con los hombres de Williams, sino también con los de McLaren, cuyos dos pilotos no pudieron acabar en Nürburgring, e incluso con los de Renault, sobre todo con Fernando Alonso, que ya le enseñó el alerón trasero hace una semana.
El Gran Premio de Francia, décima prueba puntuable para el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno se disputará el domingo sobre 70 vueltas (308,586 kilómetros) al circuito de Magny Cours.
El asturiano se presenta en Francia pletórico de moral tras su espectacular exhibición el domingo pasado en Alemania, donde luchó y salió victorioso ante pilotos de la talla del británico David Coulthard (McLaren MP4/17D Mercedes) y Michael Schumacher. David Coulthard, ganador del Gran Premio de Francia en 2000 y poseedor de la mejor vuelta a Magnu Cours, fue incapaz de superar a Fernando Alonso en Nurburging, e incluso acabó fuera de carrera en su último intento de adelantar al español, mientras que Michael Schumacher acosó a Alonso hasta la última curva, y tampoco pudo con el piloto de Renault, que soportó la presión con la madurez de un número uno. Además, la marca francesa Renault juega "en casa" y tratará de destacar especialmente ante su público. Esta situación motiva, pero no presiona a Alonso en su primer Gran Premio de Francia como piloto de Renault.
El doblete obtenido por los dos hombres de Williams-BMW en Nurburgring ha dado alas a Ralf Schumacher y Montoya, que pretenden volver a someter a Michael Schumacher en un circuito, el de Magny Cours, en el que éste ha ganado en seis ocasiones: dos como piloto de Benetton (1994 y 1995) y cuatro en Ferrari (1997, 1998, 2001 y 2002). Los de Williams tienen argumentos para el optimismo: Ralf Schumacher salió por primera vez desde el primer puesto de la formación de salida precisamente en Magny Cours, en 2001, en tanto que Juan Pablo Montoya, ganador este año del Gran Premio de Mónaco, fue el mejor en los entrenamientos de la pasada edición del Gran Premio de Francia.
Pero Michael Schumacher quiere volver a situar el Mundial del lado de Ferrari, sobre todo tras un fin de semana en Nürburgring malo para los bólidos rojos, ya que el que el mejor tiempo en los entrenamientos fue para McLaren-Mercedes (Kimi Raikkonen) y la victoria para Williams-BMW (Ralf Schumacher). Schumi llega este año a Francia en una situación bastante diferente a la que vivió en 2002. Hace un año el actual campeón acudió a Magny Cours con el título prácticamente en el bolsillo, pero esta temporada su situación es muy diferente. No sólo tiene que bregar con los hombres de Williams, sino también con los de McLaren, cuyos dos pilotos no pudieron acabar en Nürburgring, e incluso con los de Renault, sobre todo con Fernando Alonso, que ya le enseñó el alerón trasero hace una semana.
El Gran Premio de Francia, décima prueba puntuable para el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno se disputará el domingo sobre 70 vueltas (308,586 kilómetros) al circuito de Magny Cours.