L D (EFE) "Ganas tres o cuatro carreras y luego siempre pasa algo y se te tuercen las cosas. Michael (Schumacher) llevaba tres victorias seguidas; llegó a Hungría con la idea de seguir dominando y se le torcieron las cosas. A mí también me pasó; llevaba cuatro triunfos consecutivos y cinco poles y de repente en Indianápolis se cortó", explica el campeón del mundo.
Alonso, ganador este año de seis de los trece grandes premios disputados, cree que en lo que queda de campeonato tiene posibilidades de volver a ganar: "En más de dos o tres de las cinco carreras que faltan vamos a tener opciones de ganar. Luego dependerá de nosotros que ganemos o no". A la pregunta de cómo puede afectarle la prohibición del sistema de compensación de masas ('mass damper'), el ovetense afirma: "No lo sé exactamente. Habría que probar el coche con él y sin él, y eso ya no podemos hacerlo porque no podemos usarlo más. Todo depende del circuito, de sus condiciones, de los baches que tenga..."
"Supongo que la pérdida para nosotros puede ser de una décima y media, una décima o media décima por vuelta, según el trazado. Yo creo que su utilización nos podría dar de promedio una décima de segundo por vuelta de ventaja. El sistema podía reducir las vibraciones del coche al pasar por los baches y lo usábamos más por comodidad que para ganar tiempo. Pero, desde luego, algo nos tendría que dar", agrega. "Creo que no va a influir decisivamente. Llevamos algunas carreras y varios entrenamientos sin él y hemos sido muy rápidos, como vimos en Hungría. Era una pieza que funcionaba bien, que nos daba algo de ventaja, porque de lo contrario no la llevaríamos, pero ya hemos visto que igualmente va bien sin ella", añade.
Para Alonso este tipo de cambios "siempre son un contratiempo". "El coche estaba diseñado y preparado para tener la posibilidad de tenerlo. Gracias a Dios se trata de una pieza un poco nueva que no lleva muchos años en el coche. Tampoco hubo que cambiar muchas cosas en el coche para poder montarlo", dice. Sobre el momento de la prohibición de dicho sistema, a falta de cinco carreras para acabar el campeonato, el asturiano dice que "lo que sí nos extraña un poco es la forma y el momento de su prohibición, pero hay que aceptar las decisiones. Llevamos ya dos carreras sin él (Alemania y Hungría) y trataremos de sacar lo mejor de lo que tengamos a partir de ahora".
Sobre el Gran Premio de Turquía, afirma: "El año pasado no nos fue muy bien, a pesar de acabar en el podio -segundo tras el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes)-. En comparación con los McLaren. que eran los coches con los que luchábamos entonces, fuimos bastante lentos todo el fin de semana. Aquí nos metían más que en ningún otro sitio. A Ferrari tampoco le fue muy bien hace un año y espero que se repita".
"Como en cada gran premio, estamos dominados por los neumáticos y espero que Michelin haya traído un buen neumático para esta carrera", agrega el español, para quien el circuito de Estambul no tiene un punto crítico en concreto. "Todo el circuito es importante. Todo el mundo habla de la curva 8, pero yo creo que también es muy importante la última serie de variantes, en la que puedes ganar o perder mucho tiempo", concluyó.
Alonso, ganador este año de seis de los trece grandes premios disputados, cree que en lo que queda de campeonato tiene posibilidades de volver a ganar: "En más de dos o tres de las cinco carreras que faltan vamos a tener opciones de ganar. Luego dependerá de nosotros que ganemos o no". A la pregunta de cómo puede afectarle la prohibición del sistema de compensación de masas ('mass damper'), el ovetense afirma: "No lo sé exactamente. Habría que probar el coche con él y sin él, y eso ya no podemos hacerlo porque no podemos usarlo más. Todo depende del circuito, de sus condiciones, de los baches que tenga..."
"Supongo que la pérdida para nosotros puede ser de una décima y media, una décima o media décima por vuelta, según el trazado. Yo creo que su utilización nos podría dar de promedio una décima de segundo por vuelta de ventaja. El sistema podía reducir las vibraciones del coche al pasar por los baches y lo usábamos más por comodidad que para ganar tiempo. Pero, desde luego, algo nos tendría que dar", agrega. "Creo que no va a influir decisivamente. Llevamos algunas carreras y varios entrenamientos sin él y hemos sido muy rápidos, como vimos en Hungría. Era una pieza que funcionaba bien, que nos daba algo de ventaja, porque de lo contrario no la llevaríamos, pero ya hemos visto que igualmente va bien sin ella", añade.
Para Alonso este tipo de cambios "siempre son un contratiempo". "El coche estaba diseñado y preparado para tener la posibilidad de tenerlo. Gracias a Dios se trata de una pieza un poco nueva que no lleva muchos años en el coche. Tampoco hubo que cambiar muchas cosas en el coche para poder montarlo", dice. Sobre el momento de la prohibición de dicho sistema, a falta de cinco carreras para acabar el campeonato, el asturiano dice que "lo que sí nos extraña un poco es la forma y el momento de su prohibición, pero hay que aceptar las decisiones. Llevamos ya dos carreras sin él (Alemania y Hungría) y trataremos de sacar lo mejor de lo que tengamos a partir de ahora".
Sobre el Gran Premio de Turquía, afirma: "El año pasado no nos fue muy bien, a pesar de acabar en el podio -segundo tras el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes)-. En comparación con los McLaren. que eran los coches con los que luchábamos entonces, fuimos bastante lentos todo el fin de semana. Aquí nos metían más que en ningún otro sitio. A Ferrari tampoco le fue muy bien hace un año y espero que se repita".
"Como en cada gran premio, estamos dominados por los neumáticos y espero que Michelin haya traído un buen neumático para esta carrera", agrega el español, para quien el circuito de Estambul no tiene un punto crítico en concreto. "Todo el circuito es importante. Todo el mundo habla de la curva 8, pero yo creo que también es muy importante la última serie de variantes, en la que puedes ganar o perder mucho tiempo", concluyó.