Feliciano derrota a Ferrer en semifinales de New Haven y alcanza su primera final del año

L D (EFE) López, que enmienda su paso por el presente ejercicio después de un arranque decepcionante, aprovecha el segundo tramo del curso para reconducir su situación en el circuito. La llegada a los torneos de las superficies rápidas ha revitalizado a Feliciano, que reencontró su juego en Wimbledon, cuando refrescó la memoria del tenis español en este grande y alcanzó los cuartos de final, donde se topó con Lleyton Hewitt.

El Abierto de Estados Unidos también es del gusto del toledano, que eligió New Haven para afinar su puesta a punto. Parece haber acertado en vistas de los resultados. Y López vuelve a recuperar las sensaciones del finalista. Nunca antes se había medido a Ferrer, una raqueta que representa la cara opuesta que su adversario. Más cómodo en la arcilla, donde puede exprimir su capacidad de lucha para rentabilizar sus marcadores. Este año apunta mejores números que el manchego. Fue finalista en Valencia, una situación que ya conoció en Sopot en el 2003 y antes en Umag 2002, el año en el que ganó el único título que hasta ahora lustra su historial. Fue en Bucarest.

Ferrer sólo rompió el saque de Feliciano en una ocasión. Fue en el primer parcial. Y le valió la conquista de la manga (6-4). Para entonces López no había manejado con comodidad su mejor arma. Se reencontró con el servicio después. Y eso le valió el triunfo. La mejoría en el saque asentó a Feliciano e impulsó su reacción. Rompió el del tenista de Jávea por primera vez y obligó a la resolución de la semifinal en el parcial de desempate.

Ferrer decayó y en pleno emerger su rival cerró el partido de forma autoritaria. Con la firma de diez saques directos. Feliciano, que sobrevive en el ránking con el título logrado en Viena el pasado curso y la final ese mismo año en Dubai, buscará un nuevo reconocimiento en la final de New Haven, que disputará contra el ganador del partido entre el estadounidense James Blake y el rumano Victor Hanescu.