(Libertad Digital) Naldandian acusó el cansancio después de haber llegado a semifinales tras una compleja semana en la que necesitó los tres sets para doblegar, sucesivamente, al francés Julien Benneteau, al británico Tim Henman y al ruso Marat Safin. Federer, por su parte, sufrió más de la cuenta en octavos ante el sueco Robin Soderling, verdugo de Juan Carlos Ferrero, que le obligó a disputar dos 'tie-breaks', pero en cuartos ante Robby Ginepri ofreció una versión mejorada de su juego, aunque llegó a la muerte súbita en la segunda manga que le permitió llegar a esta ronda con la moral por las nubes.
El número uno del mundo ofreció su mejor cara. Extraordinario en el saque (9 aces), eficaz al resto y sólido en todas las zonas de la cancha. Federer fue mucho más incisivo que su rival, con 28 puntos ganadores por ocho del argentino y con un gran acierto en sus subidas a la red (9/11). El de Basilea se tomó con ganas la revancha de la pasada edición de la Copa Masters, en la que el triunfo recayó del bando albiceleste y endosó al cordobés la tercera derrota del año, pues le eliminó en las semifinales de Roland Garros y en las del Masters Series de Roma.
Así, Federer comenzó el partido sirviendo y se anotó el primer juego blanco. Fue un claro 'recado' para el sudamericano. Nalbandián acusó los nervios y no estaba demasiado cómodo con su saque, no obstante, pudo salvar su primer servicio. En el cuarto 'game', el suizo aprovechó su primer punto de 'break' para conseguir la primera ventaja significativa en el electrónico (3-1). Sin embargo, Nalbandián, en busca de una plaza para el Masters de Shanghai, no se rendía y le devolvió la rotura en el séptimo juego (4-3). Hasta ahí llegó el atrevimiento del argentino, pues Federer le devolvió el 'break' al resto en el décimo juego y se llevó el set (6-4).
La segunda manga no tuvo prácticamente historia. Federer rompió el servicio a su rival en el segundo y cuarto juego y dejó a su adversario sin capacidad de reacción (4-0). Al resto, dispuso de tres 'match points' que le permitieron llevarse el set en blanco (6-0) después de ofrecer una asombrosa clase de tenis en la Central de la capital española.
"Idiota" o "estúpido", los insultos más suaves a Berdych
Poco después, Fernando González vencía a Tomas Berdych para convertirse en el segundo jugador chileno que dispute la final en Madrid, después de que Nicolás Massú lo hiciera en 2003 y perdiera contra el español Juan Carlos Ferrero. El público del Telefónica Arena recibió a Berdych con una sonora pitada cuando el checo pisó la pista central, e incluso se escucharon insultos como "idiota o estúpido" (esos fueron los más suaves), en reacción a su actitud del viernes por la noche, cuando mandó callar con el dedo en la boca a los aficionados tras vencer a Nadal.
Los aficionados apoyaron incondicionalmente al chileno, aplaudiendo todas sus jugadas, y esto decantó el partido a su favor. Berdych, de 21 años, se mostró afectado y desconcentrado por esta animadversión y apenas pudo centrarse en el partido. El checo sufrió un bajón mental especialmente desde el octavo juego del primer set, ocasión que aprovechó el tenista de La Reina para ganar cinco juegos consecutivos, con lo que se hizo con el primer set por 6-3, y se colocó 3-0 en el segundo. Luego, apenas pudo hacer algo mas, con el chileno lanzado ya en pos de la victoria.
"A mí me viene muy bien el juego de Berdych, como a Berdych el de Nadal", decía González, quien admite que el partido de este sábado había sido diferente después de lo que sucedió en la jornada anterior entre el público y el checo. "Contra Federer tendré que salir a matar", dijo González sobre la pista. "No hace falta mas que escuchar los gritos para saber como me encuentro. No hice nada malo ayer, solo ganar a Rafael Nadal. No entiendo la actitud del público, es un poco tonta esta reacción", comenta Berdych.
Contra Federer, el jugador chileno tendrá un misión imposible, pues en siete veces que se han enfrentado, desde Indian Wells en el 2004 hasta Toronto este año, no ha logrado vencerle una sola vez.
Los aficionados apoyaron incondicionalmente al chileno, aplaudiendo todas sus jugadas, y esto decantó el partido a su favor. Berdych, de 21 años, se mostró afectado y desconcentrado por esta animadversión y apenas pudo centrarse en el partido. El checo sufrió un bajón mental especialmente desde el octavo juego del primer set, ocasión que aprovechó el tenista de La Reina para ganar cinco juegos consecutivos, con lo que se hizo con el primer set por 6-3, y se colocó 3-0 en el segundo. Luego, apenas pudo hacer algo mas, con el chileno lanzado ya en pos de la victoria.
"A mí me viene muy bien el juego de Berdych, como a Berdych el de Nadal", decía González, quien admite que el partido de este sábado había sido diferente después de lo que sucedió en la jornada anterior entre el público y el checo. "Contra Federer tendré que salir a matar", dijo González sobre la pista. "No hace falta mas que escuchar los gritos para saber como me encuentro. No hice nada malo ayer, solo ganar a Rafael Nadal. No entiendo la actitud del público, es un poco tonta esta reacción", comenta Berdych.
Contra Federer, el jugador chileno tendrá un misión imposible, pues en siete veces que se han enfrentado, desde Indian Wells en el 2004 hasta Toronto este año, no ha logrado vencerle una sola vez.